A principios de año pude cumplir uno de mis sueños: ¡visitar el Estado Mérida! Estuve específicamente en la tierra de Bailadores.
Fueron dos lindas semanas aislada de mi ciudad en esas bellas montañas que caracterizan el Estado Mérida. Venezuela tiene lugares prodigiosos e increíbles y éste no ha sido la excepción.
Pude conocer acerca de los cultivos que allí se dan, además de su fauna y flora. También comí platos deliciosos como las chachapas, pasteles andinos, arepa andina y otros más.
Estuve en compañía de personas muy chéveres, pude hasta celebrar mi cumpleaños número 22 y asistir a unos 15 años. Por cierto, no conocíamos a la quinceañera, pero eso no importó porque allá las personas son muy amigables y atentas.
Visité el Parque de "India Carú" donde se encuentra una cascada muy fresca, como todo lo natural, resulta que este parque lleva mucho tiempo sin ser tan visitado, el recorrido es un poco largo, pero vale la pena ¡la naturaleza no deja de sorprendernos!
Viví momentos muy bellos, medité y aprecié todo lo lindo que me rodeaba. Tantas montañas, el cielo hermoso y en conexión con la naturaleza.
No pudimos visitar la Ciudad de Mérida por motivos de la escasez de gasolina que atravesamos, pero créanme que ese espacio en el que estuve está como para ir otras veces más.
La creación de Dios es hermosa, lo que ha hecho en Venezuela con sus paisajes es muestra de ello.
Si algún día vuelvo tengo que ir al Teleférico y todos esos lugares que se encuentran en la Capital del Estado Mérida.
Los momentos en los que conectamos con lo natural jamás se pueden explicar con palabras, quizás se muestran con fotos... Pero siguen siendo ¡increíbles!
Viví días muy gratos en Bailadores y me encantaría repetirlos.
Porsupuesto que aproveché la oportunidad para tomarme muchas fotos, rodeada de paisajes tan bonitos que no serán borrados de mi memoria.
Les confieso que no me llevo muy bien con el frío, pero me gusta, es algo raro ¡lo sé!
Fíjense que en Mérida pude llevarme muy bien con las bajas temperaturas (excepto en el baño, allí tocó calentador) Me disfruté el frío y la neblina. Todo eso y con la compañía constante de un buen café.
Allá las personas no padecen por aliños o verduras para sus comidas, es muy normal sembrar y de la cosecha directo a la cocina.
Aprendí mucho y ya quiero ir otra vez.
Definitivamente quisiera ir a otros lugares así de bellos en mi país.
Amigos, nunca es tarde para cumplir los sueños, por más difíciles que parezcan ¡sí se puede!
Pertenezco a un país que tiene mucho que mostrar, desiertos, selvas, nieve y más...
Mucho que agradecer a Dios con tan bellos destinos.
¿Cuál es tu destino favorito?
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