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Una vieja envidiosa, una factura de agua, un cajón lleno de naranjas eso es lo que había y con lo que contaba Antonio para resolver su situación aquel día, pero el escollo más grande era convencer a la vieja Luisa que no dijera nada a su casera, que iba a vender las naranjas que le regalo su sobrino, para poder cancelar la factura de agua, pues su afición al juego nuevamente lo metía en problemas, su ilusión de invertir el importe de la factura en aquel dato infalible de lotería, se desvaneció al escuchar en el viejo aparato de radio el número ganador, ahora su premio era la posible suspensión del servicio de agua y su puesta en la calle con las pocas pertenencias que poseía. Mientras cavilaba en la sala frente al cajón de naranjas, Luisa lo miraba con una sonrisa burlona que dejaba ver su placer morboso al presentir lo que se avecinaba para él.
Tomo el cajón de naranjas bajo la mirada inquisidora de Luisa y como si ella no existiera se dirigió a la salida, Luisa se interpuso en su camino y pregunto porque se llevaba las naranjas, la miró fijamente y le dijo que ese no era su problema, Luisa no se movió y continuó obstruyendo la puerta, a su vez llamaba a gritos a Carmen la casera, la cual apareció por la puerta que daba al zaguán interno de la vieja casona, al mirar a Antonio con las naranjas sólo atinó a decir –ve, véndelas y paga el agua- porque ya se por boca Luisa que gastaste la plata y prefiero bañarme con agua que con jugo de naranja.
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An envious old woman, a water bill, a drawer full of oranges, that is what he had and what Antonio was counting on to solve his situation that day, but the biggest obstacle was to convince old Luisa not to say anything to his landlady, that he was going to sell the oranges that his nephew gave him as a gift, in order to pay the water bill, His illusion of investing the amount of the bill in that infallible lottery number vanished when he heard the winning number on the old radio, now his prize was the possible suspension of the water service and his being put on the street with the few belongings he had. As he pondered in the living room in front of the crate of oranges, Luisa looked at him with a mocking smile that showed her morbid pleasure in sensing what was coming for him.
He took the crate of oranges under Luisa's inquisitive gaze and as if she did not exist he headed for the exit, Luisa got in his way and asked why he was taking the oranges, he looked at her fixedly and told her that this was not his problem, Luisa did not move and continued obstructing the door, She shouted for Carmen, the landlady, who appeared through the door that led to the inner hallway of the old house, when she looked at Antonio with the oranges she only managed to say -go, sell them and pay for the water- because I already know from Luisa's mouth that you spent the money and I prefer to bathe with water than with orange juice.
Traducción realizada a través de https://www.deepl.com/es/translator
Es increíble como hay gente que se alegra de las desgracias de otros, lo que le falta a la humanidad es ser generoso ante estas situaciones. Que bueno que no se salió con la suya. Bendiciones 🙏🏽🤗
Así es aunque es un micro cuento, refleja la actitud de algunas personas. Saludos y gracias por leer y comentar