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Este es mi Día 9, de los Retos de la Comunidad de Blogging Challenge.

_{Fuente: Fotos de mi propiedad. Imagen diseñada por mí en Power Point}

Mi reto para hoy es: Mejor viaje de la vida

_{FUENTE:. Imagen tomada de la Comunidad Blogging Challenge}

Mi historia está basada en el primer y único viaje familiar que he hecho con mis hijos y esposo.

Este viaje fue en septiembre del 2014 a la ciudad de Caripe, o como también la llaman, Caripe del Guácharo.

El recorrido por este viaje maravilloso inicia desde la salida de Ciudad Bolívar. En todo el trayecto fui tomando fotos de sus paisajes.

Llevé el desayuno preparado ya que salimos a las 4 de la mañana, también, unas meriendas para el camino.

El camino que tomamos estaba bajo las indicaciones de mi hermano mayor, éste, vivió en Caripe por 5 años y el camino se lo sabía de memoria. Hasta un pequeño mapa me hizo.

Poco a poco nos fuimos en nuestro carrito Fiat Uno, un viaje de 6 horas lo hicimos en 8. Con sus pocas paradas para estirar las piernas y echar gasolina. Nota: Hace 6 años no teníamos problemas de gasolina y otras tantas cosas.

Casi a la una de la tarde ya estábamos pisando el estado Monagas, específicamente la ciudad de Caripe.

Llegamos al lugar que habíamos alquilado, una hermosa casita completamente equipada. Allí íbamos a poder no solo dormir, sino también cocinar.

El primer día, luego de descansar un poco y acomodar las cosas, salimos a almorzar. Luego de un viaje largo no provocaba llegar cocinando.

En los planes del viaje, ya existía un recorrido, que visitar; y uno de esos era el que consideré el más importante, la cueva del Guácharo. Por la hora, no pudimos entrar a visitarla, pero, ya sabíamos los costos y horarios.

Los otros lugares que visitamos en el viaje fueron la Paila, el monumento al Guácharo, Puertas de Miraflores y la Guanota.

Estando en Caripe pudimos disfrutar de las mejores fresas con crema y unos vinos de diversos sabores, como rosa, café, y muchos más que son parte de la gastronomía típica de la ciudad.

Solo íbamos a estar tres días, así que teníamos que disfrutarlo al máximo. Salíamos temprano, regresábamos en la noche. Desayuno y cena en casa, pero los almuerzos si lo hacíamos en restaurantes.

Fue un viaje sin tropiezos, sin problemas, gracias a Dios. Todos disfrutamos.

Lo que puedo contar como parte de una anécdota fue que el regreso del viaje nos perdimos, agarramos otra vía mucho más larga. El trayecto de regreso duró casi 12 horas, pero, afortunadamente todo salió bien.

_{Fuente: Fotos de mi propiedad. Imagen diseñada por mí en Power Point}