En Medio de la Guerra

Estoy cansado, cansado de que el mundo se divida en opiniones, en puntos de vista opuestos que causan más problemas que soluciones. La guerra entre bandos, buenos y malos, izquierda y derecha, los que tienen mucho y los que no tienen nada. Toda esta lucha fatigosa no hace más que herir y romper en pedazos eso que llamamos humanidad.

Los eternos rivales, los bandos irreconciliables, los que separan familias, padres e hijos. Los que tienen y los que no, los que quieren dar lo que tienen, y los que quieren que el que no tenga, tenga menos, pero que el que tiene, tampoco tenga.

Y aquí estamos tú y yo en medio, recibiendo de ambos lados las balas de una guerra que no iniciamos. Escuchando cómo cada uno culpa al otro de ser el enemigo, ocultando tus buenas razones y agrandando tus defectos, tú invariablemente haces lo mismo. Y sabemos que las batallas las estamos pagando con nuestra vida y nos está costando caro.

¿Acaso sabes que queremos lo mejor para todos? ¿Acaso lo sé yo? Estamos distraídos, adormecidos por la rabia y las mentiras que nos contamos mutuamente. Por lo que el bando contrario te susurró al oído o por lo que te repitieron tantas veces que ahora crees que es totalmente cierto.

¿Y si te propongo no elegir bandos, no luchar guerras que no son nuestras? Si nos sentamos en un café y compartimos algo más allá de nuestras opiniones, nuestras historias, nuestros viajes de crecimiento personal. Si te ayudo con esos pensamientos que no te dejan dormir y tú me ayudas con los míos. ¿Cuántos problemas reales podemos resolver juntos si colaboramos en busca de soluciones y no más problemas?

Si prometes mirarme sin etiquetas ni prejuicios, yo podré mirarte igual. Dejemos de ser parte de este juego de bandos donde nadie gana ni tiene la razón. Busquemos el sentido en lo que verdaderamente importa: ser honestos con los demás y con nosotros mismos. La vida es única para pasarla divididos.

In the midst of war
I am tired, tired of the world being divided into opinions, into opposing points of view that cause more problems than solutions. The war between sides, good and bad, left and right, those who have a lot and those who have nothing. All this tiresome struggle does nothing but hurt and break into pieces what we call humanity.

The eternal rivals, the irreconcilable sides, those that separate families, parents and children. Those who have and those who don't, those who want to give what they have, and those who want those who don't have, to have less, but those who have, not to have either.

And here we are, you and I in the middle, receiving from both sides the bullets of a war that we did not start. Listening as each blames the other for being the enemy, hiding your good reasons and magnifying your faults, you invariably do the same. And we know that we are paying for the battles with our lives and it is costing us dearly.

Do you know that we want the best for everyone? Do I? We are distracted, numbed by the anger and lies we tell each other. By what the opposing side whispered in your ear or by what was repeated to you so many times that you now believe it to be totally true.

What if I propose you not to choose sides, not to fight wars that are not ours? If we sit in a coffee and share something beyond our opinions, our stories, our journeys of personal growth. If I help you with those thoughts that keep you awake and you help me with mine. How many real problems can we solve together if we collaborate in search of solutions and not more problems?

If you promise to look at me without labels or prejudices, I can look at you the same way. Let's stop being part of this game of sides where no one wins or is right. Let's look for meaning in what really matters: being honest with others and with ourselves. Life is unique to spend it divided.

📸 Foto de Patrick Fore en Unsplash