Aprendiz de todo, maestro de nada

Una frase que encierra cierta verdad, pero al mismo tiempo puede inducirnos a limitarnos, dejando de lado alguna faceta donde podíamos haber brillado con más intensidad.

No es la primera vez que me acerco a curiosear alrededor de esta obra que abarca toda una cuadra. Me hizo recordar la infancia de mis hijos y las horas de juego con algo muy parecido a lo que luego se conoció como Bob el Constructor.
Recuerdo que con el tiempo, estando más grandes, la mayoría de los muñecos y piezas terminaron en una maqueta escolar.

Hoy ellos construyen su camino, cerca de su madre y de mí. Una gran alegría, pero no me basta sentarme a solo contemplarlos, quiero seguir jugando.

Quien comenzó como aprendiz de comerciante, trabajó con empresas grandes y chicas, creo las propias, las vio nacer, crecer y morir. Pero siguió adelante y al hacer balance sumo una familia sólida como el principal capital.
Empresas y negocios más grandes han desaparecido, si construí una casa, sin saber pegar un ladrillo, puedo construir otra. Los árboles que sembré siguen proyectando su sombra y dando sus frutos aunque se los coman otros, igual yo disfruto de lo que no sembré, ni coseche.

Pronto se cumplirá un año de estancia en La Argentina, tierra fecunda y generosa, y siento que, como un árbol trasplantado, que aún no da fruto, va siendo tiempo de considerar si puedo incursionar en otra actividad, nueva, distinta.
Comerciante, artesano, un poco constructor y campesino, jabonero de la necesidad, aquí que solo hay que tener para ir y comprar, ¿qué puedo hacer?
Otro jabón más, seguir contando batallitas en la colmena, porque para escribir un libro, no me siento con la paciencia, ni la madera.
Un par de ideas me asaltan y mientras maduran y alguna se anima a echar los primeros brotes, seguiré dando lata.
Primero en mi mejor español y luego en inglés, que aunque ni lo hablo, ni lo escribo, se impone el mundo, como el persa o farsi en otro tiempo, pero la tecnología de hoy nos permite acceder a casi cualquiera de todos los idiomas hablados o escritos en el mundo.
A tales efectos, yo uso el traductor de Google.
Todas las fotos son propias, tomadas con el viejo Motorola y algunas fueron recortadas o mejoradas para efectos estéticos o tratar de corregir mi falta de arte al enfocar.

[Crédito a los constructores / Credit to builders]

Jack of all trades, master of none

A phrase that holds a certain truth, but at the same time can lead us to limit ourselves, neglecting some facet where we could have shone more intensely.

This isn't the first time I've come to browse around this work that covers an entire block. It reminded me of my children's childhood and the hours they spent playing with something very similar to what later became known as Bob the Builder.
I remember that over time, as they grew older, most of the figures and pieces ended up in a school model.

Today they are forging their own path, close to their mother and me. A great joy, but it's not enough for me to sit and just watch them; I want to keep playing.

He started as a merchant's apprentice, worked with large and small businesses, created his own, saw them born, grow, and die. But he kept going, and when I take stock, I have a solid family as his main asset. Larger companies and businesses have disappeared. If I built a house without knowing how to lay a brick, I can build another. The trees I planted continue to cast their shade and bear fruit even if others eat them. I still enjoy what I didn't plant or harvest.

Soon it will be a year since I've been in Argentina, a fertile and generous land, and I feel that, like a transplanted tree that hasn't yet produced fruit, it's time to consider whether I can venture into another, new, different activity.
Merchant, artisan, a bit of a builder and farmer, a soap maker out of necessity, here where all you need is to go and buy, what can I do?
Another soap opera, continuing to tell tales from the hive, because I don't have the patience or the wood to write a book.
A couple of ideas come to me, and while they mature and some dare to sprout, I'll keep pestering them.
First in my best Spanish and then in English, which, although I neither speak nor write it, dominates the world, like Persian or Farsi once did. But today's technology allows us to access almost any of the world's spoken or written languages.
For this purpose, I use Google Translate.
All photos are my own, taken with my old Motorola, and some have been cropped or enhanced for aesthetic effects or to correct my lack of artistry when focusing.

[Credit to builders]