When I was very small, my mother always told me a story - a story of a young man who was in love with a girl much older than he was. The young man was good looking and cheerful - very passionate - and filled his days with details. But she was very cruel and heartless - she did not even want to see him and scorned all his gifts with disdain.
Good morning, my beautiful lady - the young man would say to her every morning when the girl, without fail, made her commute from home to office work - always in a hurry and with a large glass of coffee in her hands.
I don't have time for you - the woman replied defiantly as she pushed him away. The boy tried to follow her - but she just turned and threw her scalding coffee on his chest.
Luckily, the coffee wasn't that hot and only made him have to get rid of one of his favorite shirts. Despite how it looked, the boy continued with the insistence - it was getting worse every day - until, perhaps out of exhaustion and to get the burden and formalities of meddling with the police off his chest, the girl had an idea.
That day, on her morning walk to work, she delivered a perfumed letter to her suitor. The boy came running home - he sniffed the letter and sighed - he could hardly open it from the emotions welling up inside his chest. When he finally opened it, what he read perplexed him.
The letter read:
Beautiful young man - your insistence has made me decide to give you a chance - but as you can understand - in my being and my heart there is only room for true love. I want - once and for all - to declare that you are worthy of my affection. Please - until you fulfill my request - do not contact me. Only then will I know that you truly love me. I will only give myself to you if you are able to murder your mother and bring me her heart as a gift. I don't want there to be more woman in your life than me.
With teary eyes - he went to where his mother was and read the letter to her. The mother showed no sign of alarm - she just said:
Son, I want you to be happy.
And in an act of love like never before - the mother removed her heart and gave it to him in a jam jar.
Thank you, mom - was the young man's reply. Tears ran down his cheek and he ran to his sweetheart.
Here is what you asked for,” said the young man and handed the jar to the lady.
In the middle of a heart-rending scream, the desperate young woman began - in the middle of the street - to call out to everyone.
Murderer, murderer - you are a monster - she screamed, calling everyone to see the horrible gift.
The young man tried to run away with all his might - but within minutes the police showed up.
You're under arrest for murder - the young man, on his knees, was arrested.
Son - my mother said - there is no deeper love of a woman than the love of a mother. Never trade it for the fleeting love of a woman - especially if she asks you to stay away from your mother and your family. I have always been here to support you and would give you my life to make you happy - but learn to love yourself and not depend on anyone's love.
I love you as you are,
with your flaws that are mine,
blood of my blood,
infinite beloved.
My time is yours,
and for you, I live,
I love you like the bee,
the bee loves its hive.
I miss you when you’re not here,
because I always wonder
where you have gone,
moon of my night,
my divided love.
Translated with DeepL.com (free version)
Cuando era muy pequeño, mi madre siempre me contaba una historia - una historia de un joven que estaba enamorado de una muchacha mucho mayor que él. El joven era bien parecido y alegre - muy apasionado - y llenaba sus días de detalles. Pero ella era muy cruel y despiadada - no quería ni siquiera verlo y despreciaba todos sus regalos con desdén.
Buen día, mi bella dama - le decía el joven cada mañana cuando la muchacha, sin falta, hacía su recorrido desde su casa al trabajo de oficina - siempre apresurada y con un vaso grande de café en las manos.
No tengo tiempo para ti - respondía desafiante la mujer mientras lo apartaba. El muchacho trató de seguirla - pero ella solo se giró y le lanzó su café hirviente sobre el pecho.
Por suerte, el café no estaba tan caliente y solo hizo que tuviera que deshacerse de una de sus camisas favoritas. A pesar de lo que parecía, el muchacho continuó con la insistencia - cada día era peor - hasta que, quizás por cansancio y por quitarse el peso y los trámites de inmiscuir a la policía, la chica tuvo una idea.
Ese día, en el paseo matutino al trabajo, le entregó una carta perfumada a su pretendiente. El chico llegó corriendo a su casa - olfateó la carta y suspiró - casi no podía abrirla de las emociones que saltaban dentro de su pecho. Cuando al fin la abrió, lo que leyó lo dejó perplejo.
La carta decía:
Hermoso joven - su insistencia ha logrado que me decida a darle una oportunidad - pero como puede comprender - en mi ser y mi corazón solo hay espacio para el verdadero amor. Quiero - de una vez y por todas - declarar que usted es merecedor de mi afecto. Por favor - hasta que cumpla con mi petición - no me contacte. Solo así sabré que de verdad me ama. Solo me entregaré a usted si es capaz de asesinar a su madre y traerme de regalo su corazón. No quiero que exista más mujer en su vida que yo.
Con ojos llorosos - fue a donde estaba su madre y le leyó la carta. La madre no mostró ningún signo de alarma - solo dijo:
Hijo, quiero que seas feliz.
Y en un acto de amor como nunca - la madre se quitó su corazón y se lo entregó en un frasco de mermelada.
Gracias, mamá - fue la respuesta del joven. Las lágrimas corrían por su mejilla y fue corriendo a donde estaba su enamorada.
Aquí está lo que me has pedido - dijo el joven y entregó el frasco a la dama.
En medio de un grito desgarrador, la joven desesperada comenzó - en medio de la calle - a llamar a todos.
Asesino, asesino - eres un monstruo - gritaba, llamando a todos para que vieran el horrible regalo.
El joven trató de huir con todas sus fuerzas - pero en cuestión de minutos la policía apareció.
Quedas arrestado por homicidio - el joven, de rodillas, fue arrestado.
Hijo - decía mi madre - no hay amor más profundo de mujer que el amor de madre. Nunca lo cambies por el amor fugaz de una mujer - menos si te pide alejarte de tu madre y tu familia. Siempre he estado aquí para apoyarte y te daría mi vida para que fueras feliz - pero aprende a quererte y no depender del amor de nadie.
Te amo como eres,
con tus defectos que son los míos,
sangre de mi sangre,
infinito querido.
Mi tiempo es tuyo,
y para ti vivo,
te amo como la abeja,
la abeja ama su nido.
Te extraño cuando no estás,
porque siempre me pregunto
a dónde has ido,
luna de mi noche,
mi amor dividido.
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