Hay algo que nunca superaré: comer empanadas. Para mí, las empanadas son mucho más que un plato cotidiano de la gastronomía venezolana; son una media luna de masa de maíz, llena de sabores auténticos que me transportan a Venezuela. Esa mezcla particular de masa salada y ligeramente dulce es única, inigualable, y aunque nunca aprendí a hacerlas, cada vez que las pruebo es como estar en el kiosquito de la esquina de mi barrio, comiendo empanadas de cazón con una Malta, un ritual de todos los domingos de mi infancia.
There is one thing I will never get over: eating empanadas. For me, empanadas are much more than an everyday dish of Venezuelan gastronomy; they are a half moon of corn dough, full of authentic flavors that transport me to Venezuela. That particular mixture of salty and slightly sweet dough is unique, unmatched, and although I never learned how to make them, every time I try them it's like being at the corner kiosk in my neighborhood, eating dogfish empanadas with a Malta, a ritual of every Sunday of my childhood.
Hoy me desperté nostálgica. Hace 10 años que estoy en Argentina, y en este día lluvioso, sola en casa, se me antojaron unas empanadas para reconectarme con mis orígenes. La comida tiene ese poder único de devolvernos a nuestros recuerdos más hermosos, de conectarnos con nuestra esencia. A veces la gente se reconecta con el pasado a través de la música, el baile o el deporte; hoy lo hice saboreando este trocito de mi tierra.
Today I woke up nostalgic. It's been 10 years since I've been in Argentina, and on this rainy day, alone at home, I craved some empanadas to reconnect with my origins. Food has that unique power to bring us back to our most beautiful memories, to connect us with our essence. Sometimes people reconnect with the past through music, dance or sport; today I did it by savoring this little piece of my land.
Me olvidé de la dieta sana porque sentí que mi alma necesitaba este momento. Comer una empanada fue como volver a una época hermosa, donde cada bocado me hacía sentir en casa. Hoy, más que nunca, agradezco el poder de la comida para reconectarme con quién soy y de dónde vengo.
I forgot about the healthy diet because I felt that my soul needed this moment. Eating an empanada was like going back to a beautiful time, where every bite made me feel at home. Today, more than ever, I am grateful for the power of food to reconnect me with who I am and where I come from.
Foto/Photo by: @esperanzalandia
Edición/Edited by @esperanzalandia
Traducido con/ Translated with: Deepl
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Las empanadas son mi debilidad las amo con locura
Tambien son mi debilidad, no tienes ni idea como extraño una buena empanada de cazon 🤤
Yo amo las empanadas. En casa por lo menos una vez por semana las hago. Mis favoritas las de pollo y las de caraotas, pero estas últimas casi no las hago porque a mis hijos no les gustan.
Ese recuerdo tuyo me viene a mi con los tequeños, recuerdo cuando compraba dos tequeñones y un juego en la cantina del liceo... mágicos tiempos....
Que rico hacerlas una vez a la semana un lujo total. Yo nunca aprendi hacerlas, podria seguir intentandolo capaz lo logre. La comida tiene esa magia de conectarnos con recuerdos unicos. Me alegro que ambas tengamos ese momento que nos traslada a una epoca linda. Abrazo grande