Reúne a sus generales en su gran salón para planificar una estrategia, mientras eso ocurre entra por la gran puerta de madera un mensajero, diciendo que han encontrado otras 4 minas de gran tamaño en el territorio de las montañas. Con esta noticia el Rey del norte con gran ira y su ego partido se convence que tiene que invadir antes de que la nación del sur comience las explotaciones de los metales preciosos, si esto ocurre el reino del norte perderá su poder e influencia en el territorio del sur.

La principal opción es invadir, pero un aciano del concejo se levanta y le advierte al rey, que si invade puede que los reyes de otras naciones vean con malos ojos su incursión y que sembrará síntomas de desconfianza debido su acción bélica, que por recursos se atreve a invadir libremente a cualquier nación, esto generaría gran un caos político y en el peor de los casos se formaría una coalición para enfrentar al reino del norte. El anciano le aconseja al rey que debe provocar una guerra en la cual parezca defenderse del reino y no por la obtención de oro.

El rey acatando el consejo envía a una nueva delegación junto con ese anciano a la región del sur, cuando son recibidos en el palacio del sur, el anciano vierte veneno en los vasos de sus propios compatriotas, haciéndolos morir en cuestión de segundos. El palacio y sus guardias consternados por lo ocurrido no se dieron cuenta que el anciano había huido.

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Pronto se informa a los otros reyes en todas las naciones cercanas que el rey del sur había planificado la ejecución de esa delegación y que era un crimen de guerra lo que había sucedido en ese palacio, asesinar diplomáticos en celebración de un acuerdo.

La declaración de guerra no se hace esperar y el enorme ejercito marcha hacia el sur, su objetivo las minas de las montañas, los generales deberán ocupar ese territorio antes de celebrarse un acuerdo de paz. El rey del sur llama a sus generales y les ordena ir a las montañas, puesto que el plan del rey de norte es muy evidente.

Luego de semanas de intensas batallas miles de hombres yacen junto a las montañas, sus cuerpos son comidos por las aves y por los animales que viven en los alrededores, la bandera del reino del norte se iza en lo alto de las montañas, el territorio es ocupado, pero antes de firmar el acuerdo de paz al palacio del rey del norte llega la noticia de que han encontrado otra mina, pero esta se encuentra en las regiones más centrales de la nación del sur.

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El monarca del sur desesperado por un acuerdo de paz, le hace llegar cartas a los otros reyes para pedir un cese a las hostilidades y una resolución pacífica, sin embargo, haciendo caso omiso el rey del norte ordena a sus generales llevar el gran ejercito hasta el corazón de la nación del sur, hasta la nueva mina que han encontrado en su territorio, el rey no quiere que la nación del sur tenga recursos ni influencia en los otros reinados del mundo.

Al cabo de unos meses todas las regiones mineras son un territorio anexado al nuevo imperio del norte, conquistando el 60% del territorio de la desbastada nación del sur, ahora mediante la fuerza son una nación diezmada que para sobrevivir debe llegar a acuerdos muy desbalanceados con el imperio del norte.

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Este nuevo imperio con fuertes ordenanzas hace que los campesinos del sur trabajen sin descanso para la exportación de los productos al norte, ordenan además que tasen los precios de todos los suministros cosechados en el sur en el palacio del norte.

Lo que fue una nación de mucho poder con una extensión territorial envidiable sucumbe ante el poderío militar de su vecino del norte. El reinado del norte espera que al pasar los años los pobladores y campesinos del sur olviden esa guerra que les costó tanto, que solo por encontrar riquezas dentro de sus fronteras se vieron inmersos en una cruel e injusta invasión. Los Ancianos aun hablan de lo ocurrido, sin embargo, al transcurrir de los años se olvida las acciones del “Conquistador”.

Fin

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