¡El hecho de que cambiamos, es cierto!
Vamos cambiando en forma celular
y se renueva el cuerpo sin parar,
nuevos átomos pueblan nuestro cuerpo.

También cambiamos pensamientos previos,
sustituimos formas de pensar,
nuevos credos nos vienen a impulsar
y con ellos, nuevos fallos y aciertos.

¡Es la dialéctica viva, presente!
Y así como cambias tú, cambio yo,
así mismo cambia lo que uno siente.

Pero al haber un consistente amor,
no existe cambio que sea suficiente
para romper el lazo entre los dos.