La lluvia caía fuera de ese viejo salón de clases los temas del día fueron tan sencillos que termine muy temprano, mucho antes del receso, así que no había mucho por hacer todos seguían estudiando mientras yo me aburría. Entonces pensé; quizá jugar ajedrez seria bueno, pero mis compañeros aun no tenían tiempo para eso.
Así que tendría que tomar un libro para pasar el tiempo antes de poder salir al patio y jugar futbol, pero el asunto era que libro iba a leer hoy, los libros ya eran aburridos después de una vez leídos aunque note que había uno empolvado nadie lo tomaba.
-Ha de ser de educación emocional hablando de como es que lo jóvenes son imprudentes en secundaria o quizá algún libro de como el civismo nos hace mejores personas-.
al acercarme, note a unas personas parecían árabes, eso despertó mi curiosidad y note el titulo "El hombre que calculaba", no era un gran titulo para alguien de secundaria, pero dije quizá pueda ayudarme en mi tarea de trigonometría, tal vez "El hombre que calculaba" sabría como medir sombras con las reglas trigonométricas.
Al leerlo me percate que no era un libro de matemáticas común y corriente, era una historia, corta pero sumamente interesante, hablando sobre las aventura de, "Beremiz Samir y Hank Malba Tahan", un par de viajeros que vivirían inusuales aventuras a causa del conocimiento de "Beremiz" en el mundo matemático, conforme mas me adentraba mas entendía lo hermoso que pueden ser los problemas matemáticos y la nueva forma de plantearlos.
Leer como durante su viaje por el desierto al lomo del camello de Hank Malba junto a Beremiz se encuentran con la disputa sobre la repartición de la herencia de tres hermanos, la cual consistía en 35 camellos y el reparto era el siguiente:
- Al hermano mayor le correspondía la mitad
- Al segundo hermano un tercio
- Al menor un noveno
O el ingenioso problema de ordenar a 10 soldados en 5 filas, y que en cada fila se encuentren 5 soldados.
Despertó en mi el interés de como iba a ser esto posible, y buscar mas problemas similares, tema que el libro abordaba con mucho ingenio. Así que entre mas leía mas amaba las matemáticas y esta divertida manera de abordarlo. Lo cual me motivo a estudiarlas mas a profundidad, llevándome a competir en las olimpiadas de matemáticas en preparatoria, ingresar a la carrera de Matemáticas Aplicadas en la universidad, aunque ambos actos terminaron en fracasos, no me hizo rendirme y seguí en las ingenierías de las cuales por fin estoy en la recta final.
Es así como un libro pequeño para niños marco mi vida, y guio el camino que hoy me trae a ustedes y a mi futura vida profesional.
Si alguien quiere conocer el resultado de la repartición de la herencia y como formar a los soldados, pídanmelo en los comentarios y se los mostrare
Este libro además de sus anecdóticas resoluciones de problemas matemáticos, tiene fondo literario en su prosa...
Yo era un niño cuando leí este libro, fue una de mis primeras lecturas. Recuerdo que quede fascinado, lo guardaba y releía, era un tesoro para mi. Con el tiempo lo perdí, no recuerdo las circunstancias. Paradojicamente soy muy malo con los cálculos matemáticos y fue una materia que dio muchos dolores de cabeza en mi etapa de estudiante jajaja Pero tengo increíbles recuerdos de ese libro y mi infancia. Saludos!