Una aproximación filosófica del lenguaje en la era digital
Estas palabras siempre las he tenido muy presente cuando pienso sobre el lenguaje y cuando pienso en el fenómeno de los emojis en lo primero que pienso es en el lenguaje y como solemos usarlos para expresar lo que pensamos o sentimos en las conversaciones digitales. Toda esta disertación nace gracias a la invitación que ha hecho la comunidad con la iniciativa El fenómeno de los Emojis.
La primera vez que recuerdo haber usado los emojis fue en mi adolescencia cuando usaba MSN Messenger para chatear con amigos, conocer nuevas personas y coquetear con chicas. Debo admitir que me gusta usar emojis en mis chats, esto me hace pensar en lo normalizado que está su uso en nuestra cotidianidad. Esto a su vez me hace pensar en lo más obvio, en esta era digital la comunicación ha venido experimentando una transformación radical en muchos aspectos.
Las palabras, otrora reinas indiscutibles del intercambio de ideas, han cedido parte de su trono a un nuevo lenguaje visual: los emojis. Estos pequeños iconos, han inundado nuestros sistemas de mensajería en el ámbito digital, se podría decir sin temor a equivocarnos que se han convertido en una forma con suerte de omnipresencia a la hora de de expresarnos. Pero, te has preguntado ¿qué significado tienen estos símbolos? o ¿Cómo han impactado en nuestra forma de pensar y comunicarnos? Yo si, en varias ocasiones pero, creo que jamás haber escrito algo al respecto. Ahora, intentaré proporcionar cierta perspectiva filosófica, no diría que haré filosofía del lenguaje porque sería mucho, más bien estas líneas son una suerte de aproximación.
Los emojis parecen ofrecer un terreno fértil para explorar temas como el significado, la ambigüedad, la evolución del lenguaje y la naturaleza de la comunicación humana, por lo menos en el terreno virtual. A diferencia de las palabras, cuyo significado está "relativamente establecido", los emojis poseen una naturaleza más polisémica. Es decir, un mismo emoji puede interpretarse de diversas maneras dependiendo del contexto, o la cultura o las intenciones del usuario. Lo que abre la puerta a la ambigüedad y la malinterpretación, pero a su vez también abre la puerta a la creatividad y la expresividad. Un corazón rojo, por ejemplo, puede expresar amor, pasión, apoyo o incluso sarcasmo, eso dependiendo del tono de la conversación y la relación entre los interlocutores, por mencionar quizá el emoji más utilizado.
Pienso que la adopción del emoji en las conversaciones digitales ha marcado cierta pauta y dado paso a lo que podríamos designar como la evolución del lenguaje moderno en cierto contexto. Siempre el lenguaje ha sido un reflejo de la era que lo circunscribe y en este caso no creo sea diferente. Por lo que la aparición y el auge de los emojis evidencian la flexibilidad y dinamismo del lenguaje. Lo que nos podría hacer pensar que a medida que la tecnología y las formas de comunicación cambian, surgen y surgiran nuevas herramientas para expresar ideas, emociones y conceptos.
Los emojis son solo un ejemplo de cómo el lenguaje se adapta a las necesidades de los hablantes en la era digital, aunque hoy por hoy tenemos a los memes y los gifs que pienso son una suerte de popart, pero eso es otro asunto. En un mundo donde la comunicación escrita predomina en ciertos ambitos, los emojis permiten agregar un toque de no verbalidad o de proporcionar tonos a nuestras interacciones, transmitiendo emociones y actitudes que de otro modo serían quizá un poco más difíciles de expresar solo con palabras. Por ejemplo:
¡Esto me gusta!🥰
¡Esto me gusta!😒
Pienso que los emojis funcionan como complementos no verbales a la comunicación escrita. También considero que ayudan a transmitir emociones, actitudes e intenciones que de otro modo serían difíciles de expresar y es precisamente lo que acabo de intentar expresar con el pasado ejemplo. Así que por un lado, los emojis parecen enriquecen nuestra comunicación y la hacen más efectiva en entornos digitales donde el contacto físico y las señales faciales están totalmente ausentes.
Un guiño, una sonrisa o un pulgar hacia arriba pueden ser suficientes para aclarar el tono de un mensaje o expresar nuestro apoyo sin necesidad de largas explicaciones o acaso nunca has enviado solo un emoji como respuesta a una cuestión por WhatsApp o Telegram.
Es bastante obvio saber que los emojis pretenden ser universales, creo que la obviedad me persigue, pero, volviendo al punto, la interpretación de los emojis puede variar entre culturas y grupos sociales. Lo que para un grupo social determinado por cierto contexto puede ser un símbolo de alegría, para otro puede tener una connotación diferente. Lo que viene a hacernos pensar en la importancia del contexto cultural a la hora de interpretar el significado de los emojis. Es bastante popular como el emoji de berenjena 🍆, por ejemplo, puede tener un significado sexual en algunos países, mientras que en otros se utiliza simplemente para referirse a la verdura, o por mencionar otro ejemplo este emoji 🙏 en algunos contextos puede significar algo religioso, y en otro contexto simplemente un saludo.
Ahora bien, creo que el uso constante de emojis podría tener un impacto en nuestra forma de pensar y expresarnos, esto lo digo porque ahora que escribo esto, y pienso en como he usado y sigo usando los emojis en mis conversaciones. Hay quienes parecen sugerir que la simplicidad y la naturaleza visual de los emojis podría empobrecer nuestro lenguaje y dificultar la expresión de ideas complejas, pero, no es algo que lo tenga demasiado claro. Ya que también los emojis podrían estimular la creatividad y la búsqueda de nuevas formas de comunicación. Por ejemplo, un emoji de un mono tapándose los ojos, por ejemplo, puede ser una forma creativa de expresar vergüenza, lo digo porque lo he usado de esa manera y no he tenido la necesidad de usar palabras. Lo que me hace pensar en el refrán popular: "Una imagen vale más que mil palabras".
Los emojis son algo más que simples imágenes o iconos que podemos usar en nuestras conversaciones digitales. Desde una perspectiva filosófica del lenguaje, creo que pueden ofrecen cierta riqueza para comprender la complejidad de la comunicación humana en la era digital. Su uso sin lugar a duda nos hace plantear preguntas interesantes sobre el significado y la ambigüedad en relación con la evolución del lenguaje y la naturaleza del pensamiento. Es decir que a medida que los emojis continúen evolucionando y formando parte integral de nuestra forma de comunicarnos, será crucial seguir explorando sus implicaciones.
Volviendo a las palabras de Heidegger, si el lenguaje es la casa del ser, hay algo de ser en los emojis, y que su empleo nos ayuda a develar asuntos intrínsecos a la condición humana. De hecho, quisiera terminar esté articulo con una pregunta un tanto dicotómica, otro modo de preguntarnos qué fue primero, el huevo o la gallina, pero desde el lenguaje.
Esta es una de mis preocupaciones, particularmente yo siento que a muchos ya como que las palabras les estorban , o les da flojera escribir la verdad ni sé porque es, sé que una imagen dice más que mil palabras, pero creo que en lenguaje tan rico como el nuestro es algo que siempre tendrá algo nuevo que enseñarnos y que debemos nutrir nuestro vocabulario, también sé que estamos ante momentos en los que la tecnología y a la rapidez van casi de la mano, pero me hace ruido que muchos demuestre cada vez menos dominio de palabras y vocabulario
Este es otro punto interesante. Como mencionaré en mi publicación, tengo amigos con los que evito usarlos porque se vuelven vulgarmente hablando, un arroz con mango, porque quieren que les explique con peras y manzanas que quise decir con un emoji, así que con ellos no los uso, es decir para algunos debe ser sencillo, para otros no tanto