The days were filled with memories, just like when we open a photo album, so many lived moments come back that fill us with nostalgia but also with joy. September was a month of new beginnings, celebrations, reflections, all mixed between routine and novelty.

We enjoyed many family moments. It was also a month of changes for both me and my daughter with her new school stage, of course present at all times. We played bingo and laughed a lot, hehe.

I was at the reopening of a sports field that I thought would never have another face. I was so happy for the kids in the neighborhood. They were days of much reflection, of many mixed feelings, but with faith and hope.

A month of unresolved family issues that directly affect my peace of mind. Thank God, everything is going well so far. We've experienced moments of uncertainty and even fear, tremors never before felt in these parts, which made our hair stand on end. We still had aftershocks, but we're confident they won't go any further.

We went out several times, as a family and also alone, to look for school supplies, buy clothes for me to start the workday, and to share the food we love: pizza!! always taking advantage of every moment to create beautiful memories.

Finally, my birthday arrived with attentions that brought many smiles to my face, from the heart. I felt super special, loved. All those details made me even more grateful for the loved ones I have. The changes we're experiencing remind me that time stands still, that we need to appreciate every detail, embrace experiences as learning experiences, grow amidst difficulties, and enjoy everyday life.

I'm closing out the month on a high note. I started my university work with a full charge, always with my best smile to end a month that brought so many beautiful things, others that were scary but that make us appreciate life even more.

Los días se llenaron de recuerdos, así como cuando abrimos un álbum de fotos, vienen tantos momentos vividos que nos llenan de nostalgia pero también de alegría. Septiembre fue un mes de nuevos comienzos, celebraciones, reflexiones, todo mezclado entre la rutina y lo novedoso.

Disfrutamos de muchos momentos en familia, también fue un mes de cambios tanto para mí cómo para mi hija con su nueva etapa escolar, por supuesto presente en todo momento. Jugamos bingo y reímos mucho, Jejeje.

Estuve en la reinauguración de una cancha deportiva que pensé que nunca iba a tener otra cara, me alegré mucho por los muchachos del barrio. Fueron días de mucha reflexión, de muchos sentimientos encontrados, pero con fé y esperanzada.

Un mes de asuntos familiares por resolver que afectan directamente mi tranquilidad, gracias a Dios todo está marchando bien hasta el momento. Vivimos momentos de incertidumbre e incluso miedo, temblores nunca antes sentidos por estos lados, que nos pusieron los pelos de punta, aún con réplicas pero confiando en que no pasarán de allí.

Tuvimos varias salidas, en familia y también en solitario para buscar artículos escolares, comprar prendas de vestir para mí inicio de jornada laboral, para compartir la comida que nos encanta ¡¡Pizza!! siempre aprovechando cada momento para crear bonitos recuerdos.

Finalmente, llegó mi cumpleaños con atenciones que sacaron en mí muchas sonrisas, desde el corazón, me sentía súper especial, amada, todos esos detalles me hicieron aumentar los niveles de agradecimiento por los seres queridos que tengo. Los cambios que vivimos me recuerdan que el tiempo no se detiene, que necesitamos apreciar cada detalle, aprovechar las experiencias como aprendizaje, crecer en medio de las dificultades, disfrutar lo cotidiano.

Cerrar el mes con la mejor aptitud, mi trabajo en la universidad arrancó con las pilas puestas, siempre con mi mejor sonrisa para terminar un mes que trajo tantas cosas bonitas, otras que fueron de susto pero que nos hacen valorar aún más la vida.