Con el espíritu indomable que caracteriza a los zulianos, el Biciclub Norte de Maracaibo ha escrito un nuevo capítulo en la historia del ciclismo regional con su intrépida excursión al Ismo San Carlos. Esta odisea no solo puso a prueba la resistencia física de los participantes, sino que también fortaleció los lazos de camaradería entre los valientes aventureros.

La travesía, que tuvo lugar la semana pasada, dio inicio en la emblemática Plaza Bolívar de Sinamaica, desde donde 32 intrépidos ciclistas se lanzaron a una travesía de 33 kilómetros a lo largo de las costas del golfo de Venezuela. Aprovechando el fenómeno del retroceso de la marea, los valientes ciclistas desafiaron las aguas para llegar a San Carlos, donde fueron recibidos con regocijo por la alcaldía del municipio Almirante Padilla y su directora de turismo, la apasionada promotora Yamilet Díaz.

Como colofón a esta experiencia única, los ciclistas disfrutaron de un viaje en lancha a través del lago hasta el terminal lacustre de San Rafael del Mojan.

Esta gesta no solo simboliza la pasión del Biciclub Norte por el ciclismo, sino que también testimonia su compromiso inquebrantable con la exploración y el descubrimiento de cada recodo y rincón que el Zulia y Venezuela tienen para ofrecer.

Ante el horizonte, el club anuncia con fervor y entusiasmo sus próximas aventuras: una nueva excursión extrema en mayo, así como visitas planificadas a la Isla de Toas y al Ismo San Carlos en junio y julio.

Acerca del Biciclub Norte de Maracaibo: Como una comunidad de ciclistas, el Biciclub Norte de Maracaibo se erige como un faro de la pasión por el ciclismo, promoviendo esta actividad como un estilo de vida activo y sostenible. A través de eventos y excursiones, el club busca inspirar a más personas a descubrir la inmensa belleza que yace en cada rincón del Zulia y de Venezuela, pero esta vez sobre dos ruedas.

Mundo sobre el pedal: Ciclismo turístico

Lejos de ser simplemente una actividad recreativa, representa una poderosa conexión con la naturaleza, las culturas locales y las comunidades a lo largo y ancho del mundo. Embarcarse en una aventura en bicicleta no solo te lleva a destinos espectaculares, sino que también te sumerge en una experiencia profundamente humana y enriquecedora.

Una de las facetas más significativas del ciclismo turístico es su capacidad para acercarnos a la naturaleza de una manera íntima y sin intrusión. Mientras pedaleamos por carreteras escénicas, senderos montañosos o costas pintorescas, nos sumergimos en entornos naturales de los que muchas veces solo somos meros espectadores desde detrás de un vidrio. Sentir la brisa en la cara, el sol en la piel y el aire fresco al respirar nos conecta de forma visceral con el entorno, permitiéndonos apreciar la belleza del mundo de una manera que ningún otro medio de transporte podría lograr.

Además, nos brinda una ventana única a las culturas locales y a las riquezas humanas que definen cada destino. Al recorrer pueblos y ciudades a un ritmo más pausado, tenemos la oportunidad de interactuar directamente con la gente del lugar, empapándonos de sus tradiciones, su comida, su música y sus historias. Descubrir la autenticidad de un lugar y su gente se convierte en un motor que impulsa nuestras travesías, enriqueciendo nuestro viaje con experiencias genuinas y memorables.

También, alimenta el espíritu de aventura y descubrimiento, despertando nuestra curiosidad y sed de exploración. A medida que trazamos nuestro propio camino a través de paisajes cambiantes, nos enfrentamos a desafíos que nos empujan más allá de nuestras zonas de confort, fortaleciendo nuestra determinación y resistencia. Cada ascenso arduo, cada cuesta empinada y cada kilómetro recorrido nos llena de un profundo sentido de logro y nos conecta con nuestra propia fortaleza interior.

El ciclismo turístico va más allá de ser una actividad recreativa; es una forma de sumergirse de manera auténtica en la diversidad del mundo, enriqueciendo la mente, el cuerpo y el alma. A medida que avanzamos sobre dos ruedas, exploramos el mundo de una manera que va más allá de los simples destinos turísticos, viviendo encuentros genuinos que perdurarán mucho después de haber guardado la bicicleta.

Créditos:
- Fotografías suministradas por uno de mis amigos aventureros, Ángel López.
- Banners hechos en Canva.

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ENGLISH

With the indomitable spirit that characterizes the people of Zulia, the Biciclub Norte de Maracaibo has written a new chapter in the history of regional cycling with its intrepid excursion to Ismo San Carlos. This odyssey not only tested the physical endurance of the participants, but also strengthened the bonds of camaraderie among the brave adventurers.

The journey, which took place last week, began at the emblematic Plaza Bolivar in Sinamaica, from where 32 intrepid cyclists set out on a 33-kilometer ride along the coast of the Gulf of Venezuela. Taking advantage of the phenomenon of the receding tide, the brave cyclists braved the waters to reach San Carlos, where they were greeted with rejoicing by the Mayor's Office of the Almirante Padilla municipality and its Director of Tourism, the passionate promoter Yamilet Díaz.

To round off this unique experience, the cyclists enjoyed a boat trip across the lake to the lake terminal of San Rafael del Mojan.

This feat not only symbolizes Biciclub Norte's passion for cycling, but also testifies to its unwavering commitment to exploring and discovering every nook and cranny that Zulia and Venezuela have to offer.

On the horizon, the club announces with fervor and enthusiasm its upcoming adventures: a new extreme excursion in May, as well as planned visits to Isla de Toas and Ismo San Carlos in June and July.

About Biciclub Norte de Maracaibo: As a community of cyclists, Biciclub Norte de Maracaibo stands as a beacon of cycling passion, promoting cycling as an active and sustainable lifestyle. Through events and excursions, the club seeks to inspire more people to discover the immense beauty that lies in every corner of Zulia and Venezuela, but this time on two wheels.

World on Pedals: Cycling tourism

Far from being simply a recreational activity, it represents a powerful connection to nature, local cultures and communities around the world. Embarking on a cycling adventure not only takes you to spectacular destinations, but also immerses you in a deeply human and enriching experience.

One of the most significant facets of touring cycling is its ability to bring us closer to nature in an intimate and non-intrusive way. As we pedal along scenic roads, mountain trails or scenic coastlines, we are immersed in natural environments of which we are often mere spectators from behind glass. Feeling the breeze on our faces, the sun on our skin and the fresh air as we breathe connects us viscerally with our surroundings, allowing us to appreciate the beauty of the world in a way that no other mode of transportation could ever achieve.

It also gives us a unique window into the local cultures and human riches that define each destination. As we travel through towns and cities at a more leisurely pace, we have the opportunity to interact directly with the local people, soaking in their traditions, food, music and stories. Discovering the authenticity of a place and its people becomes an engine that drives our journeys, enriching our trip with genuine and memorable experiences.

It also fuels the spirit of adventure and discovery, awakening our curiosity and thirst for exploration. As we chart our own path through changing landscapes, we face challenges that push us beyond our comfort zones, strengthening our determination and resilience. Every arduous climb, every steep incline and every mile ridden fills us with a profound sense of accomplishment and connects us to our own inner strength.

Tourist cycling goes beyond being a recreational activity; it is a way to authentically immerse ourselves in the diversity of the world, enriching the mind, body and soul. As we move forward on two wheels, we explore the world in a way that goes beyond mere tourist destinations, experiencing genuine encounters that will last long after the bike is put away.