Y llegó el día tan esperado.

Cuando las expectativas son altas y éstas quedan cortas, es mucho decir. Principalmente porque no imaginas un evento sobre criptomonedas de ésta magnitud. Había que estar. Punto. El quien es quien en la cripto-esfera se da cita en Buenos Aires anualmente desde hace once años. Es el evento sobre Bitcoin más antiguo del planeta. Acá comenzó todo. La prédica sobre la Web3 tuvo un punto de arranque en LaBitConf y espero que siga siendo así por muchos años más.

No parecía que las personas inmiscuidas en éste mundo, vinieran de un prolongado bear market. La inundación de gente en el recinto dejaba mal parado aquellos que apuestan por el fracaso de la Web3. Y ¿Saben por qué lo estamos asegurando? Porque fuimos testigos de excepción en una tormenta que se estacionó sobre la ciudad desde bien temprano. Cualquiera en su sano juicio, se habría quedado en casa. Pero eso no sucedió. Cual búsqueda frenética por educación cripto, los ríos de gente se apersonaron en el recinto del Costa Salguero, como si hubiese estado haciendo sol.

Hivers comprometidos con nuestra comunidad propietaria viajaron de muy lejos para ayudar en los esfuerzos por atender público. En algunos casos, venían por carretera en una jornada de más de diez horas de camino. No les importó. Y eso es lo que nos hace diferentes a otras comunidades. Imagino a otros proyectos averiguando cuanto le pagan a los nuestros por hacer esos sacrificios y la cara de incredulidad dibujada en sus rostros cuando se dan cuenta que el esfuerzo es voluntario. Por ello es que estamos siendo pioneros en la construcción de la nueva economía. Por esto es que admiro tanto a los argentinos. Tobillos doblados, cabellos y cuerpo hasta los tuétanos de agua, pecho congestionado y para usted de contar. Ahí estábamos. Y en ello radica la fuerza de un proyecto. Cuando algo invisible te empuja y te dice: "Éste es el camino"

Rindo homenaje a todos los hivers que nos acompañaron, mencionarlos no tendría sentido porque somos como una masa increíblemente heterogénea de sueños. Y uno en especial lo estamos haciendo realidad. Donde quiere que usted se encuentre y me esté leyendo, siéntase orgulloso de los hivers argentinos. Nos leemos por allí.

---

For the best experience view this post on Liketu