Mi bien amado

Así como incontables resultan las estrellas del cielo así mismo son todos mis te quieros.

Jamás imaginé que algún día sucedería, que aquella coraza forjada de hierro por fin sería destruida.

Con tu infinito y desbordante amor, con esa bondad que cada día en mí iluminó fuiste desterrando desilusión y engaños que muy arraigados vivían en mi pobre corazón.

Me enseñaste que el amor es de a dos, que no debes de buscarlo, porque solo causa dolor y frustración, que llega en el momento menos esperado y rebosa en ilusión.

Así nos encontró con el corazón en la mano, yo intentando resguardarlo, pero era tarde nuestros prismas se habían alineado y eras tú, era yo, estábamos destinados.

No importa el tiempo que paso, todo fue para mejor, al fin nos encontramos, contigo solo es felicidad y mi mundo se ha trasformado.

Como incontables gotas de rocío, son los besos dedicados y las caricias infaltables para mi bien amado....