Fuente
Me arrodilló ante las ganas de tenerme en esas noches que me haces tuya, disfruto ser esa ninfómana que te ordena que la acaricies, y la hagas tuya al ritmo de nuestras caderas...
Fascinante placer que se disfruta en esas noches de placer, donde te beso a mi antojo y te hago gemir cuando te acaricio con esa perversión que tú mismo me enseñaste.
Soy ese demonio que te quema con su cercanía, pues sé que me deseas cada vez más con la misma intensidad, y mi piel se humedece al pensar en el amante que me hace suya con sus letras.
Y en pensar que algún día deje de imaginar el sabor de tus besos