¡Hola, hola, gente bonita! No sé si les pasa que a partir de las 12:00am se sienten más inspirados o con más energía de contar cosas que normalmente no dirían. Está bien, tal vez no, pero me está pasando eso ahora y a pesar de ser extraño me ha hecho crear cosas muy bonitas desde mi punto de vista. Hace un tiempo hice un poema sobre la “libertad” que quería compartirles y aprovechando que mi pena está ausente, se los voy a dejar aquí abajo. Es un poco largo pero, de igual forma, espero que lo disfruten :)
que su ausencia ha sido en absoluto de agrado alguno.
Aún así, resplandece como nunca, señorita;
y le pido nos dé el lujo de tenerla con nosotros un largo rato.
Ya que, como bien sabe, a altas horas de la noche
no es bueno andar por las calles como si nada,
como esperando el malechor a que robe su coche.
de crueles personas que no desean su visita en nuestro hogar,
le pido pues, que si en su deseo está quedarse un poco más,
no se prive de él y nos de el placer de cuidarla sin más chistar.
Es realmente maravilloso tenerla por tanto tiempo.
Ya sabrá usted que nos hacía mucha falta.
Qué desgracia que al irse ni cuenta nos dimos.
pero he de contarle que aquí han venido personas sin moral
diciendo que conocen a la señorita Libertad y que desean
no más pasar e informarnos que son sus nuevos mensajeros.
de conocerla bien antes de que partiera muy lejos de aquí.
Y hemos rechazado la patética oferta de esta gentuza
haciéndoles saber que la señorita Libertad se hace notar de aquí a Pekín.
Hay gente que cae y gente que no, como nosotros.
Y cada vez que vienen les damos la misma respuesta.
Hoy, señorita Libertad, le ha dado la razón a nuestros argumentos finos
Créame que hemos intentado de todo
para asegurar que en otras casas no los dejen entrar.
Pero sordos parecen ser y no hubo algún otro modo.
que las calles sucias; más, no pueden estar.
Eso se debe a los señores, que con su ropa bonita
y sus modales de primera, dicen que usted no quiere el asfalto limpiar.
Los señores los han puesto en contra de usted
y aunque hambre sientan, piensan que quien su comida les robó
fue usted y nadie más que usted.
Que muy protegida la queremos a usted
por eso le rogamos que nos acompañe como es, bonita,
a combatir el mal que hay detrás de la pared.
que en nosotros puede confiar.
La Libertad protegida con rosas y con espadas
un nuevo amanecer verá, sólo, si ha de triunfar.
es lo siguiente a suceder.
Y si lo que pase no tiene ese peso, pienso,
que Dios nos cuidará en lo que nos vaya a sorprender.
Es muy temprano para que algo salga a buscar.
De seguro en el jardín está, recogiendo flores para su otra mitad.
Veamos por la ventana, pues, para comprobar.
Alguien se la lleva en un carro singular.
Se ve toda amarrada de manos y pies
y con algo en los labios que no la deja siquiera hablar.
Hemos de vernos en lo más profundo de la oscuridad.
Reflejaba miedo y fiereza en su mirada.
Los señores se la han llevado, seguro, muy lejos de la ciudad.
Si lograron llevarla por la fuerza,
no tardarán, también, en hacerlo con nosotros.
Debemos escapar, y aunque duela, hacerlo con firmeza.
en algún lugar, encontraremos seguramente
la manera de recuperar a la señorita Libertad.
Solucionaremos una manera que no lamente.
la cuidaremos y la apreciaremos como nunca.
Porque si hay algo que tiene mucho de cierto
es que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
como lo es la señorita Libertad.
Por todos es, sin saberlo, especialmente amada
y así será siempre, mucho más cuando se la llevan así, sin más.
que mis últimas palabras, por ahora, para usted
ha de, en este momento, escuchar.
Le pido solo haga caso del sentimiento que las dicta.
Dejándonos con ganas de pasar más rato a su lado.
Supongo que esto no es nuevo que suceda,
ya que los errores del pasado parecen ser más frecuentes.
Por eso nos vamos, a comprobar si es necesario
limpiar en calles ajenas las faltas de gente bonita.
Aún así, hasta nuestra partida, ese oficio será más que cumplido.
Deséeme valor, fuerza y mucha fe.
No se preocupe que yo le deseo lo mismo.
Así pues, espero verla un día otra vez.
Tal vez ese día no llegue aquí, o puede que sí.
Tal vez ese día no llegue con uno en vida, o puede que sí.
Pero deseamos con todo fervor que llegue.
hermosos días junto a usted.
Viendo el amanecer como le prometimos,
junto al triunfo y protegida con rosas y con espadas.
nada más queda que una despedida.
Deseando que nos encontremos pronto, le digo:
¡ADIÓS, SEÑORITA LIBERTAD!
Esta es una pieza extratóspica (aunque no me creo el cuento ese de la libertad) pero es digna de lectura, habías tardado en publicarla, Un besitu!
Eres genial...