Evangelio de Mateo 11: 2-11
2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen,los muertos son resucitados, ya los pobres es anunciado el evangelio;
6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
7 Mientras ellos se iban, comenzaron Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
8 ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de vestiduras delicadas? Aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
10 Porque esto es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.
11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, es mayor que él.
COMENTARIOS AL PASAJE BÍBLICO
El pasaje bíblico nos muestra a un Juan El Bautista, lleno de dudas, enviando a preguntar respecto a la personalidad de Jesucristo, “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?” ante esto Jesús, tranquiliza a los discípulos del Bautista acerca del propio mesianismo: anunciando así a los pobres la Buena Nueva, pues les invita a que informen a Juan El Bautista acerca de los milagros que Jesús realiza.
Las dudas de Juan las podemos analizar a través de las dudas que nos embargan cuando tomamos decisiones a lo largo de nuestra vida, sin embargo el Señor nos muestra mediante su palabra que él es el camino de la salvación, que el que lo sigue tendrá vida eterna.
También debemos entender que Juan, así como todo el pueblo judío esperaban un mesías político, el líder guerrero que encabezaría una rebelión contra los romanos, que permitiría liberar al pueblo del yugo opresor de roma, en contraparte, Jesús, no es este tipo de Líder, por el contrario, busca mediante sus enseñanza, promover la bondad, la compasión y el amor al prójimo, lo cual permitirá a los pecadores se abran las puertas del Reino de dios a todos los hombres, no únicamente al pueblo elegido, como lo podemos deducir del Antiguo Testamento.
Va más allá cuando pide no solo perdonar al que te golpee, te ofenda o te afecte de alguna manera, sino que te invita a “poner la otra mejilla” como lo propone en el discurso de la Montaña (Mateo 5,38-42), con lo cual, Jesucristo reforma la “ley del talión”,
Con esto la palabra de Dios, vertida en este pasaje bíblico, en si es un manantial de alegría, un mensaje de gozo, pues nos brinda con ella, un mensaje salvífico que no es para este mundo material, sino para el mundo espiritual y venidero.