ya todas las palabras de amor se han dicho
pero en tus labios
cada sílaba de mi nombre
nace por vez primera
para venir a morir
en la punta de tu lengua
donde yo
en mi cabeza
habito
Los restos de su saliva
aún reposan entre mis piernas
sus fluídos crean costras
debajo de mis uñas
como queriendo aferrarse
a un cuerpo -este cuerpo-
que sabe que abandona