Una hermana es la prolongación de la vida,
es más que una amistad genuina,
es lealtad que no necesita ser construida.
Es complicidad,
amistad,
y ayuda,
es amor desinteresado,
es una relación bendecida.
Es hablar hasta altas horas de la noche,
y compartir miedos e inseguridades,
felicidades y alegrías,
logros y penalidades.
Tener una hermana,
es contar con un oído siempre atento a escucharte,
un abrazo para reconfortar tu alma,
y un amor verdadero que siempre va a agradarte.
Tener una hermana,
es toda una fortuna,
es la más grande de las bendiciones,
leal y profunda.