Cuando hacemos la milla extra y más de lo que se nos pide, activamos una ley llamado: desequilibrio. Los cielos conspiran a nuestro favor y hacen que lo mejor de Dios venga a nosotros. Pero también, es inevitable ver aquellos que no se alegran contigo y te mal interpretan. No debemos desenfocarnos. Cuando hacemos de corazón como para El Señor, la recompensa viene. Si no es así, mejor no hacer. Tengan todos que me lean un descanso reparador.
Fiel es Dios!
Sort: Trending