La familia, en mi opinión, es lo más importante en la vida y no hay nada más satisfactorio que reunirse aunque sea una vez al año y celebrar la vida.
En esta oportunidad, nos encontramos en la casa materna en Semana Santa y compartimos uno de los tantos momentos especiales: bautizo de mi pequeña Victoria. Un bonito motivo para estar juntos todos los sobrinos, nietos e hijos, así como primos cercanos. Nos reunimos en el pueblo donde crecimos y viajamos desde El Tigre - Anzoátegui, Punto Fijo - Falcón y mis hermanos que aún están en Barinas.
Cada quien tiene su criterio de darle a sus hijos las Consagraciones en el tiempo que los padres decidan, sea por creencia o tradición. Cada uno en lo suyo.
Fotografías de mi autoría