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En el ocaso dorado con hilos de plata
El hombre silencioso muestra melancolía
Y sus lágrimas se tornan en rojo escarlata
La dama que adora se ríe de su agonía
Él solo mira a la Luna con pesar profundo
En su soledad lo acompaña una gran tristeza
Llorando pide un milagro al creador del mundo
Espera soñando que su gran amor regresa
Ella, tranquila retoza en aurora radiante
Aquel viejo amargado hombre ya no le interesa
Y Se aleja del faro como buque errante
En las costas abiertas mirando el horizonte
La bella dama aún no viene está con su amante
El ocaso de vida será su acompañante
Autor: Delvalle Piñate
@delvapin