¡SERVIR CON AMOR, UN PLACER!

Como ya había descrito en mi primer post, me gusta ayudar a las personas y lo disfruto enormemente, siento que parte de mi vocación se centra en esta hermosa palabra "SERVIR". Hay un refrán que dice "ES MEJOR DAR QUE RECIBIR" y nos trata de decir: Que es mucho mejor dar algo sin recibir nada a cambio, sin exigir al otro ninguna recompensa, pues el beneficio es para uno mismo. En la biblia también hay apartados que dedican su esencia al Don de servir y dándole el sentido religioso, la regla principal para recibir las Bendiciones de Dios es aprendiendo a dar con amor.

En mi caso y sin desviarme de la connotación religiosa, lo aplico mayormente cuando veo que aparece el desaliento en personas que forman parte de mi contexto particular, mi círculo social o en el ambiente que me rodea. Siempre pienso ¿por qué no apoyar, si creo que puedo ayudar a mejorar alguna situación o ayudar a dibujar una sonrisa en un rostro triste?

EL EGOISMO NOS CORROE

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En el mundo que vivimos predomina principalmente el bienestar de manera egoísta y, lamentablemente las personas en mi querida y amada Venezuela no escapamos de ello. La difícil situación por la que estamos pasando, ha contribuido enormemente a convertirnos sin querer en seres duros e insensibles, dejando muy atrás todo lo que es servir generosamente.

Antes el anciano, la embarazada y el discapacitado tenían prioridad para ser atendidos, actualmente esto se ha ido perdiendo. En el transporte colectivo ya los caballeros no ceden los puestos, en las colas del banco ya no se les prioriza la atención a estas personas y así en diversos momentos de la vida cotidiana.

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Mientras más tiempo pasa más crisis de valores tenemos, por lo que resumo y con esto generalizo, que el corazón del venezolano se ha ido endureciendo, ha perdido la sensibilidad y la generosidad por lo que el servicio y la ayuda al prójimo están quedando en el fondo de un baúl.

¿QUÉ DEBEMOS TENER COMO PERSONAS PARA SERVIR?

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Para que haya espíritu de servir, deben existir en la persona principios de humildad, alegría, vocación, generosidad, piedad, sinceridad, amor y por sobre todo gozo. En esta vida todo es un círculo y todo se regresa, nuestra realidad no cambiará si nosotros no cambiamos desde adentro y con el corazón. Así que cuando puedas extiende tu mano al que necesita y jamás estarás solo, goza de ser útil y si tu propósito de vida es ser feliz haciendo felices a otros, estás bendito por siempre.

Hasta la próxima publicación...

Erika Villegas.