En términos generales se puede estar fácilmente de acuerdo con lo expuesto en el post. Pero no debemos olvidar aquellos sesgos cognitivos que en la mayoría de los casos determinan ese tipo de comportamientos, sesgos que funcionan al margen de nuestra voluntad y que de alguna manera contribuyen a nuestra supervivencia. Por citar ejemplos obvios, sería perfectamente comprensible que reaccionemos con cautela ante un individuo mal vestido y aspecto descuidado que se aproxima a nosotros y que por otra parte mostremos más confianza ante alguien con un cuidado aspecto y elegante vestimenta que de igual forma se aproxime. Nuestro cerebro usa "atajos" para buscar la respuesta más apropiada a esa situación, y los estereotipos están ahí para facilitarnos esos atajos. Simplemente supervivencia, ni más ni menos.
La educación en cualquier caso puede corregir sesgos que por otra parte estarían más relacionados con prejuicios de otra índole, aquellos relativos al género, religión o de índole racial.