El Príncipe del Trap...

Salir a las calles de Venezuela hoy es Pandemonium. Sin ánimo de ser retórico, pero pocas calles son tan dantescas como las de Venezuela hoy en Latinoamerica. Pongamos por caso Mérida, así tipo suave como dicen los chamos de hoy, pero quizás también "los nosotros" de mi generación que solíamos decir "tipo suave" porque estamos tan a medio caballo de los últimos vestigios de la mentada Cuarta República y esta vaina que ya ni cosa pública es porque entre el gobierno, todo lo que no es gobierno y el Dollar Today, que bien puede ser una República independiente más oposición que la otra alternativa política al gobierno actual, nos enajenaron la República y se nos jodió la cosa.

Una de la tarde: sales a la calle de tu trabajo de media jornada, aunque legalmente en el papel consta que tu jornada es una cosa de tiempo completo, pero la crisis ha invitado a los jefes a dar al empleado media jornada por una paga que aunque en el papel es la paga de una jornada laboral completa, en la práctica resulta ser que la paga de un mes entero solo es medio minuto de labores en casi cualquier país que se precie como tal y ligeramente desarrollado ¿qué hago yo aquí? cavilo y nada, la respuesta es que no tengo dinero ni nada que vender para migrar. Pienso esto mientras me cocino bajo el sol de una ciudad donde la temperatura diaria oscilaba entre sabroso grados de calor la máxima y la mínima en un fríito rico de abrázame y no me sueltes nunca pana; me cocino y me seco porque no hay abundancia de transporte en la ciudad. Coño, somos el país con la gasolina más barata del mundo según dicen ¿por qué hay tan poco transporte? se preguntarán. La cosa no es solo por combustible, que escasea algunas veces. Es también una prostituta canción que suena en el negocio de los chinos de la esquina de la calle 26 también que me saca de mí pensamiento realista, pesimista, nihilista, marxista, como producto de las pesadillas de alemanes de entre siglos XVIII y XIX, soñando sudacas de finales del siglo XX y principios del XXI.

¿Qué hace un chino acomodado viviendo hoy en Venezuela, vendiendo poco o nada en su tienda, y escuchando Trap?

En la fantástica década de los 90's en Venezuela -con todo y sus entresijos esa década fue fantástica- transmitían por televisión una serie llamada el Príncipe del Rap en Bel-Air ( The Fresh Prince of Bel-Air ). El protagonista de esa serie era el joven y no tan adinerado Will Smith. Trataba sobre un chico de estrato social humilde de Philadelphia que iba a vivir con sus familiares ricos a Los Angeles (EE.UU.). El chico volvía loco a su tio Phill.

-Y esta es mi historia pongan atención de como mi vida se transformó, cambié de arriba abajo lo que nunca pensé y llegué a ser el príncipe de todo Bel-Air- Cantaba el joven Will al comenzar la serie.

Siendo ya como las 7 pm. ya llegado a casa, yo no me sacaba la melodía de la cabeza de ese chino cantando algo que rimaba con: -quiere que le meta con el Prepucio-, con un acento tan del andino venezolano, así como el propio acento mío, hijo de padre tachirense y madre merideña, tan made in Mérida yo y él tan made in Hunan quizás.

Como a las 9 pm ya, tratando de curar el síndrome de la canción pegada veo por facebook un vídeo del ya viejo hoy Will Smith, con canas en su barba, hablando español con su acento muy USA, aunque no tan malo su acento para ser de Estados Unidos, cantando la Bamba a todo pulmón, diciendo que en Estados Unidos la mayoría de la gente habla un solo idioma, el inglés. Tan bien me comenzaba a sentir del síndrome de la canción pegada entonces que comencé a pensar porque el Rap de ahora ya no es ni el reeguetón sino el Trap, hasta caer en cuenta que nuestra crisis tal vez no tendría fondo y esto de hoy en día es la superficie y no el sustrato de la decadencia. Pensé que aquel chino que cantaba "Me reclama" de Ozuna tal vez se llamaría Cristian, el Príncipe del Trap de este nuestro Bel-Air nacido en el Hospital Universitario de los Andes, mientras que Will Smith sería el Nuevo tío Phill aprendiendo español en Open Gocho.com. Pensé que los tiempos pasan, así como pasará este.

Saludos.