Asombrence,con los que han decapitado.
A Jefte, que fue degollado en el mismo paso del Jordan, después de haber juzgado a Israel seis años.
No supo aplacarlos y lo decapitaron.
Sorprendente porque a Goliat, un gigante de mas de dos metros de alto,a quien un pequeño y joven pastor le derribo con una onda, pegandole una pedrada en la frente y después este joven pastor llamado David, con su espada le corto la cabeza.
Alégrense también porque, la profetiza Judit, le corto la cabeza a Holofernes, arrimándose al pilar que estaba en la cabecera de la cama y desato el alfanje que colgaba de el , y desenvaino, le dio de golpes en la cerviz y le corto la cabeza.
Crean que también a Nicanor, le cortaron la cabeza, por haber hablado mal del santuario,en un combate siendo el primero en morir.
Sepan que,el fin trágico de Atalía, cuando la sacaron fuera del recinto del templo y la degollaron por algo que considero una traición al no estar de acuerdo con la elección de un rey.
Escúchenme, porque a Matán, sacerdote de Baal, lo degollaron ante sus aras.
Sobresáltense, porque a Judas, queriendo morir y dar su cuerpo por sus conciudadanos, mando que se cortase la cabeza y el brazo de Nicanol, por su insolencia contra Dios, y también su lengua fue cortada, en pequeños trozos para ser comida de las aves.
Confiesen que cuando degollaron a Juan Bautista, el precursor, por orden de Herodes Antipas el alabardero, corto su cabeza en la cárcel y la trajo en una fuente, y se la entrego a la muchacha hija de Herodias, mujer de Herodes quien había pedido su cabeza.
Escuchen lo que Jesús dijo: Jerusalen, Jerusalen, que matas a los profetas, sabios y escribas y de ellos degollareis a unos, crucificareis a otros, a otros azotareis en vuestras sinagogas, y los andaréis persiguiendo de ciudad en ciudad, para que recaiga sobre vosotros toda la sangre inocente, derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Sacarias hijo de Baraquias, a quien matasteis entre el templo y el altar.
A San Pablo, a Santiago el mayor.
En verdad les digo, que todas estas cosas vendrán a caer sobre la generación presente.
¡Jerusalen, Jerusalen! que matas a los profetas y apedreas a los que a ti son enviados.
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