Hola de nuevo. Aquí está mi ejercicio, me percato de que me cuesta sintetizar mis ideas, espero que con la práctica pueda pulir eso. Un abrazo :)
El padre miraba con severidad al muchacho que ya tenía la piel de gallina mientras le relataba el suceso. La boca lo creó, le dio un propósito (desconocido); la mente del otro le dio una apariencia. Luego, voces ajenas al nido repitieron aquella historia, le dieron piernas. De aquel rancho sin luz había nacido un espanto.