¿Por qué se desconfía tanto de los políticos y de las instituciones latinoamericanas?

Ahora que las elecciones en mi país (Venezuela) se acercan, ha revoloteado por mi mente esta pregunta. Aún más, cuando este año todavía se perfila como uno de los más importantes para la región latinoamericana en términos políticos.

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Colombia, Brasil, México, son algunos de los países que se enfrentan a un escenario importante donde sus ciudadanos deben decidir quien gobernará su país. Y en todos ellos, por no decir que en casi toda Latinoamérica, reina el descontento político e incluso se empiezan a observar algunos rasgos de desafección. Claro que, en el caso venezolano, hay muchos otros factores que han avivado la desesperanza en las elecciones venideras.

Pero, en fin,

¿Qué se entiende como descontento político?

De acuerdo con Muñoz, D. :

"Es la insatisfacción por los rendimientos negativos de un régimen político (de sus dirigentes) ante la incapacidad para resolver problemas (que la gente cree) básicos. Es una cierta frustración que surge de comparar lo que uno tiene y lo que cree que debería tener. El descontento no suele afectar a la legitimidad democrática (nivel de apoyo a la democracia como sistema político preferido), que sigue alta incluso entre quienes están sufriendo en mayor medida las consecuencias de una crisis económica, como explica el politólogo José Ramón Montero. El descontento, por lo tanto, es algo coyuntural y suele ir unido a una etapa de crisis económica o política, por lo que puede mejorar cuando se producen cambios electorales o mejoras en el ámbito económico."

A pesar de que esta definición coincide con lo que sucede en Latinoamérica, es importante resaltar que de acuerdo al estudio Latinobarómetro (2017) "por quinto año consecutivo el apoyo a la democracia en América Latina no mejora, al registrar una baja de un punto porcentuales desde 2016, llegando al 53% en 2017. Ello a pesar de que mejora el crecimiento económico entre 2016 y 2017." Lo que podría dar señales de algo menos coyuntural y más estructural: lo que se conoce como desafección política, que es la expresión de desapego de los ciudadanos con respecto al sistema político, manifestándose por medio del desinterés, la disconformidad, la desconfianza, la impotencia, la indiferencia y hasta aburrimiento de la política. (Muñoz, D. ). Todo esto va en detrimento de la democracia.

Pero ¿por qué sucede?

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A pesar de que los motivos de estos fenómenos sociales son múltiples, varios estudios han logrado determinar que las causas más comunes del descontento y desafección política tienen que ver con la frustración que sufre la ciudadanía cuando siente que sus aspiraciones con un candidato o partido político no se pueden cumplir, es decir, cuando el gobierno que eligieron es incapaz de ejecutar los requerimientos de sus votantes. Sobre todo cuando éste no puede consolidar un modelo de crecimiento económico estable. (Cueto, F.) De hecho, el Latinobarómetro indica que el problema más importante de la región es de carácter económico, con un 34% de los latinoamericanos preocupados por los salarios, el empleo, la inflación y la economía o situación financiera general.

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