La rapidez con la cual captaron la información facilitada, nivel de las preguntas que me hacían, los comentarios y anticipaciones sobre los conceptos tecnológicos que realizaban, me dejaron impresionada por la facilidad en la cual esta nueva generación de niños se adaptará a la quinta revolución, pero también me hizo ver la enorme brecha que nos separa de ellos, si no hacemos un esfuerzo por adaptarnos continuamente a estos abruptos cambios en la línea del tiempo histórico.
Los chicos interrumpían la ponencia a cada rato, para aclarar sus dudas, haciendo preguntas certeras y de alto nivel. aL Terminar la ponencia, no me dejaron ir fácilmente, continuaron expresándome sus inquietudes, consultas, dudas, preguntas, y hasta organizaron algo que llamaron cola de preguntas para no interrumpirse los unos a los otros, o para que algunos no hicieran más preguntas de las necesarias, distribuyeron dos preguntas por personas para que alcanzara el tiempo para todos los de la fila.
Nunca había visto en todos mis años de carrera docente, tanta sed y animosidad junta por aprender y conocer sobre lo que ocurre fuera de nuestras fronteras, como si les estuviese hablando de otro planeta. Fue un día inolvidable y de experiencias esperanzadoras que me mostraron por un momento la visión de la Venezuela que algún día lograremos juntos con este gran tesoro humano que representan nuestros niños, sus mentes, aportes y corazones.
