UN CANINO QUE CAMBIO MI VIDA

Una tarde mi madre decidió ir a visitar a una de mis tías donde me pidió que la acompañara y yo sin ánimos de nada acepte su invitación, al llegar a la casa de mi tía vemos que hay un perrito de raza Pequines todo desorientado, aturdido y desamparado, viendo esto sentí lastima por el pequeño y le pregunte a mi tía que de quien era ese perrito que estaba en la entrada de su casa, donde ella me respondió:

- Oye hijo no sé de quién es ese perrito, él está aquí porque otros perros de la urbanización al verlo lo mordieron y lo maltrataron, cuando escuche el escándalo, Salí y vi al pequeño quejándose del dolor y yo lo metí a mi casa pasa darle refugio.

Luego que ella me dio esa explicación le pregunte que si había salido a preguntar de quien era el pequeño perro y me dijo que no había salido, entonces decidimos salir y preguntar de casa en casa para ver de quien era el perro, cosa que hicimos por aproximadamente 2 horas y no aparecieron sus dueños.

Yo conmovido por el pequeño le pregunte a mi tía que iba hacer con el perrito y me dijo:

- no sé, además ya tengo otros perros aquí y lo pueden maltratar más de lo que ya está, si quieres te lo llevas y yo seguiré preguntando para ver a quien se le perdió.

Mire fijamente a los ojos de mi mama y no quedo de otra en aceptar y traerlo con nosotros, al llegar a mi casa lo bañe, le di agua y comida el pobre me veía con cara de tristeza y agradecimiento a la vez. A 2 días después de haber ocurrido esto decidimos pegar afiches con las características del perrito por toda la urbanización para ver si aparecían sus dueños, cosa que esperamos un mes y nadie llamo por la pérdida del pequeño.

Decidimos no seguir intentando en la búsqueda de sus dueños y viendo tanta ternura en el pequeño procedimos en adoptarlo para que formara parte de nuestra familia, la aceptación de este pequeño nos llenó de alegría y felicidad, pero hubo un pequeño problema, no sabíamos cuál era el nombre del perrito; le pusimos todos los nombres que se nos ocurrieron y aun así no respondía, viendo esto decidimos ponerle por nombre “Chikito” por lo pequeño que es el perrito, nos costó mucho trabajo lograr que respondiera a su nuevo nombre pero al cabo de unos meses ya se había adaptado a ese nombre.

Este pequeño ha sido mi gran y fiel amigo desde hace 5 años, es la alegría y la felicidad de mi familia, ha viajado junto con nosotros a numerosas partes del país, es un excelente compañero de viaje e incluso lo más lejos que ha llegado en viajes es a Brasil. Lo negativo de él es que no es amigable con cualquiera y es muy celoso estando con nosotros. Gracias a este pequeño mi corazón esta lleno de huellas.