El pensamiento moral o la ética de Simón Rodríguez afirma que el amor propio es la fuente no solo de la vida individual sino también y sobre todo de la vida social y colectiva, entendiendo que la vida social es la única garante de la vida individual (pues un hombre solo y aislado no sobreviviría). A diferencia de los moralismos ‘’duros’’, no plantea suprimir o erradicar o amarrar el amor propio, sino que hace una distinción dentro de el: el amor propio tiene dos fases, o dos ‘’temples’’, o dos vías de desarrollo: una determinada por la inmoderación, que lleva a la vanidad, la envidia, la avaricia; otra determinada por la moderación, que constituye el orgullo, la emulación, la ambición.
El amor propio inmoderado constituye el Egoísmo.
El amor propio moderado es la fuente de la Sociabilidad.
Las cualidades morales de un amor propio moderado y de uno inmoderado constituyen los dos Temples del Amor Propio:
Modesto= Orgullo = Sociabilidad
Y
Arrogante = Vanidad = Egoísmo
Egoísmo y Sociabilidad, como las dos formas que puede adquirir el amor propio, determinan los dos tipos de fines de la existencia humana, los dos tipos de acción, los dos tipos de hombre, y los dos tipos de sistema político: la Monarquía y la República.
Los animales poseen amor propio, será posible entonces que los animales sufren la envidia y la avaricia. Pero será mucho más difícil que un animal convierta la envidia en emulación, la avaricia en ambición.
Buen trabajo. Sigue asi, muy educativo
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