Mi mascota, Bobi, tenía yo 6 años. Bobi perseguía largas distancia detrás del carro de la familia, nadie lo puede creer, desde Carúpano hasta Maturín, claro está de tanto en tanto lo metíamos en el carro para que descansara, a los 20 minutos, ya descansado, pedía a ladridos ¡paren el carro, me quiero salir! y volvía a perseguirnos. Un día, ya en casa , hechado tranquilito en la carretera de al frente se lo llevó un carro ...Todavía lo lloro. @proverbios muy buena historia, gracias por hacernos recordar la fidelidad de esos animales tan nobles.
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Agradecido por tu comentario, y si, efectivamente la fidelidad y nobleza de los perritos son dignas de admirar, Saludos @jorlando.