Ayer fui, como todos los lunes y miércoles, a mi clase magistral de Yoga junto a mis amigos y mi maestro Juan Carlos Linares. Juntos estamos realizando la preparación para nuestra tercera temporada de un montaje de Danza Butoh, el cual está bautizado como "Que la inocencia te valga". Pero, de ello no es exactamente de lo que quiero hablar. Para eso tengo pensado un post exclusivo que diga todo lo que ha sido este maravilloso proceso en la danza.
Sin embargo, debo afirmar que debido a esta clase mi cuerpo estuvo sensible (y sigue así) ya que con la practica del yoga el cuerpo y la mente quedan con un sentir al 1000%.
Lo diferente de este día fue lo que vino después del encuentro con mis amigos. Uno de ellos me invita a una celebración hindú (la verdad es que desconozco mucho sobre las tradiciones de esta práctica religiosa, así que disculpas, de ante mano, para aquellos practicantes y conocedores del hinduismo).
Al principio dudé un poco porque era un poco tarde y poder trasladarme luego a mi casa podría dificultarse un poco. Pero, igual fui.
Apenas entré la energía que fluyó en mí cambió cualquier idea que venía conmigo. Cuando entré al lugar (Casa Vrinda) sonaba una canción hermosísima y muy rítmica. Invitaba a ser escuchada y a bailarla. Quería subir por las escaleras hasta el lugar de donde provenía lo más rápido, para llegar al encuentro con la música.
Justo cuando llegué la música se detuvo y comenzó un momento para la meditación... recuerdo muy pocas palabras de las que se pronunciaron allí. Lo que sí llegué a percibir, con todos mis sentidos, era la muy buena energía que las personas transmitían por todos lados. Todas las personas.
Qué armónico era todo a mi alrededor.
No paraba de observar a las personas y la felicidad que brotaba de ellas es indescriptible. Había un sitio en particular, el cual estaba siendo muy movido y transitado por los monitores o ayudantes. Quería saber qué había allí... Era una especie de altar.
Por lo pronto, diré que seguido a más meditación (la cual fue fantástica), vino la anécdota de un muchacho el cual en un principio creía ser ateo pero cuando llegó a su primer encuentro con su nueva familia religiosa se dio cuenta que Dios sí existe y que él lo consiguió allí. Seguidamente hubo una serie de canciones las cuales animaron a todas las personas.
Fueron canciones muy movidas y conmovedoras, que me hicieron contagiarme de la felicidad... Esa sensación continuó y se intencificó cuando por fin abrieron la cortina del lugar en donde estaban colocadas sus imágenes (el altar que les hablaba anteriormente). Bellas, es la palabra que las describe. Siguieron las canciones, la alabanza ante las imágenes era continuamente efervescente. Cantos, bailes improvisados, vueltas, saltos, sobretodo alegría se utilizaron para reverenciar a todas las deidades que allí estaban. Me sentí muy animado con una energía vital que ellos me contagiaron.
"Hare Hare
Hare Krishna
..."
Esta frase era parte del repertorio de alabanzas y glorificación.
La paz, la serenidad, armonía y felicidad estaban vividas en todo el lugar.
Para finalizar la ceremonia hubo un hermoso compartir donde obsequiaron a todos los presentes un plato de comida vegana, que estuvo delicioso.
La verdad fue una experiencia energéticamente deliciosa que quisiera volver a repetir. Nunca había ido a un encuentro dirigido a Dios de esa manera, con tanta alegría que allí se sentía a flor de piel.
Qué bonito regalo el que dieron durante toda la ceremonia: esperanza.
Por ello los invito a celebrar la esperanza, a ser pandóricos y a siempre pensar en positivo. A creer que todo tiene solución y que ella la podemos encontrar, solo debemos buscarla. Seamos más alegres como esta bella celebración que viví. Vivamos como si no existiera un mañana... la vida es una y es corta. Vivamos hoy.
Como se ha vuelto costumbre dejo el Instagram de la Casa Vrinda para que lo visiten y vean de lo que les hablé: Casa Vrinda
Espero sus comentarios y ayuda para adentrarme en el hindú.
Que bonita experiencia, que bien que te sentiste en armonía con ellos.
La verdad, fue hermosa esta experiencia. También fue liberadora...
Oye, qué maravillosa experiencia espiritual. Me encantó tu post. Solo dos cositas. Te recomiendo que coloques las fuentes de las imágenes; si son tuyas, deja una aclaratoria. Otra cosa, no votes publicaciones que tengan más de 7 días de antigüedad ya que estas dejan de generar recompensas.
Saludos!
Gracias, muchas gracias por leerme y por todas estas recomendaciones. Las sabré valorar.
¡Un gran abrazo virtual!