Y hoy volvemos al trabajo, los ánimos caen y las energías se pierden debido al choque de madrugar, correr y volver a las actividades.
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Después de pasar varios días descansando y compartiendo tiempo con familia y amigos resignarse a cumplir un horario haciendo cosas que a lo mejor no nos gusta hacer, se suele tener un profundo sentimiento de frustración o tristeza.
No es malo sentirse así, solo debemos tener en cuenta que la vida es el camino y no la meta, procuremos disfrutar de nuestro trabajo, hablar con nuestros compañeros, bromear y hacer de nuestras actividades laborales un buen entretenimiento.