Ante toda la situación que estamos viviendo, retomé la lectura de la biblia. Por varias semanas fui leyendo a Job. Con el entendí la retribución divina. Eso me dió paz y dejo de pensar que no vale la pena vivir para la ropa, los alimentos y objetos.
Veía todos los días las injusticias y no sentía paz. La vida de Job es digna de almirar. Sentí su piel descompuesta y la mía reluciente y sana. Sentí el rechazo de los amigos y esposa y miré alrededor: mi madre siempre conmigo.
la retribución es divina, no es de esta tierra, pero descubrí que ya Dios me la dió en esta vida: Paz y tranquilidad.
Eso si, Orar y accionar son mis respuestas. Pido a Dios las fortalezas, mientras estoy trabajando ayudando al prójimo.
"El verdadero amor sabe vivir con las imperfecciones"
Muchas gracias por darme la oportunidad de escribir mis sentimientos hacia Dios
Dios lo proteja por la misión de dirigir a Venezuela. Ella es un vórtices de luz