De esas que te cuentan historias, y te sumergen en ese mundo mágico, donde los colores y los olores son fáciles de reconocer hasta con los ojos cerrados.
De esa mujer, que tiene tanto que aportar a tu vida, que te invita a soñar. De esa que te cuenta sus miedos, sus éxitos. Pero siempre asumiendo que fue ella la que decidió por voluntad propia compartirlo contigo...
Enamórate junto a mí de esos paisajes que con poco color y luz nos acerquen a encenderlo con nuestra vibra. Mejor no te enamores de una mujer como yo, que se ríe como loca o llora haciendo el amor porque por fin encontró su amor.
Y qué peligro, si vez una de esas mujeres que a la hora de ir a la cama, lo hace junto a uno de esos libros llenos de tesoros ocultos, de esa mujer que lee y quiere compartirlo contigo como si se tratase de un premio millonario.
¡No te enamores de esa mujer! Corre, corre, tienes chance. Aunque ella esté enamorada en cuerpo y alma de ti. Te amo.