Me gustaría que existiese un gabinete, como el que guarda (ba) los extintores con el siguiente letrero: en caso de lluvia rompa el vidrio.
Cierto es, que aún no he aprendido que debo hacerle caso a Facebook. Esta mañana, cuando abrí el Facebook había un mensaje que me decía: "MariE no olvides tu paraguas pues hoy lloverá en Caracas". Y yo le dije (al Facebook): "Si claro, ahora también eres el chico el tiempo", como siempre hago cuando me da esos mensajes, solo que lo que no pensé es que generalmente no se equivoca, y por supuesto, hoy ha sido una tarde profundamente lluviosa en Caracas.
Mi paraguas, lo dejé en el carro a pesar que me hizo ojitos para que lo bajara y en algún intersticio de mi mente me retumbó lo que me dijera Facebook hoy pero lo ignoré. Asi que, tuve que esperar en varios momentos a que escampara para poder cruzar calles, salir, etc.
La cosa es, que cuando ya estaba en el carro pensando que había librado con cierta facilidad el tema de la lluvia, no había tomado en cuenta que tenía que ir a buscar a un amigo en Bellas Artes, y, ese precisamente en ese momento en el que comencé a pensar que tal vez no era la mejor idea ir hacia allá en pleno aguacero. Bueno, realmente lo pensé cuando vi la enorme cola que habia y yo no tengo aire acondicionado así que debía ir con los vidrios relativamente abiertos y sintiendo la lluvia caer hacia adentro del carro. También es válido mencionar que si en Caracas cae una gota de agua es suficiente como para que necesites activar artefactos especiales de buceo y navegación para poder transitar las calles y autopistas.
En fin, que iba yo camino a Bellas Artes y logré llegar mas o menos seca a buscar a mi amigo, y veníamos felices de regreso cuando canté victoria, naturalmente antes de tiempo, y bajé completamente el vidrio de mi lado, después de todo la lluvia había pasado y estaba aclarando la tarde. Los demás conductores pensaron lo mismo que yo y comenzaron a manejar como "Don León de la Rueda" y una fabulosamente enorme camioneta, que venia en el sentido contrario de la autopista, estaba conduciendo a tal velocidad que pisó el agua empozada, y ¿adivinen qué? si, efectivamente han adivinado: me bañó completamente pues salpicó de tal forma que el agua llegó hasta el otro canal de la autopista y se metió por la ventana para bañarme bien bañada.
En ese momento, nació mi idea o necesidad de: en caso de lluvia rompa el vidrio. Este equipo debería contener: impermeables, pañitos desempañantes automáticos, y un botón rojo parecido al de emergencia, que cuando uno lo pulsara, saliera un mazo gigantesco y le diera un super masazo a aquellos carros que la bañen a una en la lluvia dentro del propio carro, y que pudieras activar en el preciso momento previo a las ganas de llorar e insultar a sabiendas que nadie te va a escuchar.
La fuente original de la imagen es: https://elpitazo.com/wp-content/uploads/2015/10/lluvia-la-trinidad.jpg
Hola @meludena. Muy buen relato, me gustó mucho tu estilo de contar la historia, es ameno y agradable. Me hizo extrañar la lluvia que llevo meses sin oler ni escuchar, en algún momento nos llegará a nosotros un poquito de esa que llegue a sobrar en Caracas.
Saludos.
Gracias @rach por tus palabras, me alegro que te haya gustado mi relato!!