Un fenómeno natural que siempre me ha maravillado es el arcoíris, vi uno doble por primera vez en el año 2013, cuando paseaba en unas vacaciones por la carretera nacional volviendo del zoológico Bioparque Estrella a Monterrey, en Nuevo León – México.
El segundo arcoíris doble lo vi hace pocos días antes de culminar el año 2017 en una tarde lluviosa de diciembre, en mi ciudad Maracaibo. El cielo se dejo engalanar de este fenómeno natural que pudo observarse en varios puntos de la capital zuliana. Este arcoíris se hizo protagonista porque todos salieron de sus casas, oficinas y en cualquier lugar donde se pudo apreciar, los maracaiberos no perdieron tiempo para fotografiarlo.
Algunas culturas le atribuyen cualidades mágicas, hay cuentos de duendes que describen ollas llenas de monedas de oro al final del arcoíris. Para judíos y cristianos, el arcoíris sella la promesa de Dios de no castigar más a la humanidad bajo un diluvio.
Los científicos a través de experimentos nos explican la refracción de la luz para originar colores cálidos y fríos reproduciéndose en distintas proyecciones.
La mejor representación de todas es la que hacen los niños. En mi experiencia como maestra he visto los más creativos arcoíris creados por sus manitas, haciendo composiciones de colores sobre una hoja de papel. Es tan sublime la impresión que causa este fenómeno de la naturaleza, que mi hijo una vez me dijo al probar un desayuno que había preparado, - mamá, este desayuno está tan, pero tan delicioso, que me sabe a arcoíris.
con mi celular Samsung Mini S3
Amo los arcoíris, me fascinan, me encanta representarlos, no puedo evitar la tentación de imitar esa maravillosa mezcla de colores y agradecer a Dios por su perfecto amor, por la alianza perpetua… y darme el don de recrearlo con mis manos.
Que lindo el dibujo de tu hijo, a mi me encanta el arcoíris porque me encantan los colores. Saludos
Gracias...