Según la documentación histórica de la humanidad, nuestra especie pudo haber estado al borde de la extinción, como consecuencia de las limitaciones naturales para enfrentar las amenazas externas, como intemperie y depredadores, ante esta situación se vio en la necesidad de usar su ingenio para defenderse, para lo cual se agrupa con sus semejantes y transmite las experiencias vividas a través del lenguaje corporal y pictográfica, siendo la comunicación el siguiente paso de la evolución del ser humano, de manera pues que entre gestos, sonidos y gemidos surgen las primeras palabras que darían concepto a todo cuanto nos rodea, incluyendo con el tiempo, sentimientos y emociones.

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La curiosidad del ser humano, una vez satisfechas sus necesidades, siguió en aumento y comienzan las grandes preguntas filosóficas: “¿quién soy? ¿de donde vengo? ¿hacia dónde voy?” y es aquí cuándo el imaginario se revela en forma de cuentos, mitos y leyendas que fueron transmitidas de generación en generación en las antiguas tribus.

Del dibujo surge la escultura, de la escultura el juguete, del juguete el juego y en el juego la interpretación.

Uniendo todas las manifestaciones que conforman el arte y la ciencia, surge como un todo, El Teatro. Usando para sus escenografías la ingeniería, la arquitectura y la pintura, los vestuarios no serían nada sin un diseño y un equilibrio en sus colores, el electricista armará la iluminación y/o los efectos, el ingeniero en sonido se encargará de que la audiencia aprecie más que solo las imágenes en movimiento de los actores que prestan su cuerpo a la acción, la armonía que prepara director prepare de la literatura impresa del dramaturgo y no olvidemos a los productores, gerentes, abogados, administradores y contadores que tras bambalina también intervienen, ni más ni menos que los bailarines, coreógrafos, músicos... Repito: TODAS LAS ARTES SE JUNTAN AQUÍ.

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Es una poderosa herramienta en la comunicación que nos ayudará en la lucha de ideales contrapuestos sin necesidad de acabar con una vida, solo soñar inocentemente involucrando todos los sentidos en un espectáculo, lleno de magia, sueños y energía viva...

y en palabras de Arthur Miller:

“El teatro, es tan infinitamente fascinante, porque es
muy accidental, tanto como la vida”

Por eso en vez de un fusil, en esta guerra que vive Venezuela mi mejor arma es el arte y mi objetivo: despertar conciencia y rescatar los valores y principios que se han perdido en la sociedad actual.