Algunos expertos dicen que es fácil predecir el estado y las tendencias de una pareja, con tan sólo mirar cómo se ven!
Muchos estudios explican la importancia de mirar a los ojos. No solo dentro de tu pareja, sino en todas tus relaciones. En cierto sentido, su interlocutor tendrá más confianza en usted y, en el otro, será más resistente al poder persuasivo de los demás.
Mirarse a los ojos ayuda a establecer contacto emocional con la persona. Las parejas infelices se han acostumbrado a mirarse cada vez menos, o con miradas que reflejan los pensamientos negativos que le pueden ocurrir a su pareja.
Por el contrario, las parejas felices se han acostumbrado a mantener el contacto visual durante sus interacciones. No se miran con una mirada llena de deseo o pasión, simplemente se miran el uno al otro.
Investigadores descubrieron que cuando dos personas se miraban a los ojos por al menos dos minutos, terminaban sintiéndose más atraídos el uno por el otro. Este ejercicio aumentó su afecto mutuo. Es aún más sorprendente cuando se entera de que el experimento se realizó en parejas a largo plazo, pero también en personas que nunca se habían visto antes. Los participantes que se conocieron por primera vez reconocieron que se sentían más cerca el uno del otro y expresaron su deseo de verse nuevamente después de la experiencia.
¡La acción del día es pararse frente a su compañero y, sin tocar, ¡permanecer viendose a los ojos durante al menos 3 minutos!
Tómese un momento tranquilo, aislarse del ruido, póngase en una posición cómoda. Y durante 3 minutos mira a sus ojos.
Durante los primeros segundos, sonreímos, deseamos reír, mirar a otro lado a veces, pero poco a poco nos acostumbramos al ejercicio. Nuestro cuerpo se relaja, comenzamos a disfrutar. Nos enfocamos en nosotros mismos, en nuestros sentimientos y en el otro, las emociones que él o ella despiertan en nosotros. El ejercicio es muy agradable. Al final, te sientes más relajado.
Y tú, ¿te tomas el tiempo de mirar a tu pareja? Haz el ejercicio y dime en los comentarios a continuación, ¡qué sentiste!