Comentó la mamá de Manolo en una mañana, después de que la lluvia había caído copiosamente, dejando a la vista del patio trasero el rocío en el que se reflejaba el arcoiris diminuto,y que lo causaba el reflejo de los rayos del sol.
--Quiero darte estas llaves Manolo, para que en adelante vayas y te forjes un mundo, el tuyo propio, donde puedas ser feliz, pero eso sí, sin lastimar a nadie, sin dañar, porque debes saber que lo que sube baja , y no se te olvide que la vida da muchas vueltas , y no deseo que esos cambios te lastimen el alma,se honrado siempre, pero siempre Manolo, tiende la mano a tus hermanos del camino , en todo lo posible.
Y las hojas ya secas de aquel árbol de mango, eran arrastradas por el viento repentino que hacía danzar también el rosal,ese rosal que correspondía con las rosas mas hermosas por tanto amor brindado de parte de la mama de Manolo.
Era la tarde Dominical, donde las hojas del árbol de tamarindo, ya se disponían a dormir, a intentar pasar la noche, besadas dulcemente por la luna que cruzaría el cielo lleno de estrellas de aquel mes patrio que estaba finalizando.Pero la luna quería estar enamorada, como la mas bella princesa, de aquel cuento que se le escapó al poeta romántico en un descuido, cuando el sintió la soledad, la ausencia de su amada, aquella amada del ayer que el tiempo iba difuminando, llenándolo a el de tristeza.
La mamá de Manolo prosiguió aun llena de tristeza, por el mañana incierto para su pequeño hijo.
--Porque siempre habrá traiciones y mentiras que te querrán desestabilizar, pero Manolo, quiero que seas siempre fuerte como el roble, como las palmeras que hemos visto en la playa, para resistir los embates de la tormenta.
--Mama ,¿y cuando me llegue la soledad?-preguntó Manolo-
--Tienes que hacerle frente, tienes que demostrarte a ti mismo que puedes levantarte aunque las heridas estén sangrando en tu corazón.
--Me gustan tus palabras mama, porque he visto que aunque ese "señor" no esté aquí, sabes dar la batalla y eso me enorgullece de tí, aprendo mucho.
--Es necesario que lo hagas, porque el día de mañana me puedo ir.
--¿irte mama, a donde?
--Es que somos pasajeros en esta vida , y no quiero alarmarte, pero iré a dormir un rato.
--¡no digas eso mama!, ¿que haré sin ti ?
--Ya estarás listo para enfrentar los momentos , por eso no tienes que preocuparte,además cuentas con los vecinos, se que te quieren mucho, y ellos sabrán como tenderte la mano, porque, ¿ te digo una cosa Manolo?
--¿Que es mama?
--Hace unos días me dio un dolor en el pecho, mas exacto en el corazón, y sin ese motor, porque lo es , ya no tenemos vida, pero no te apures porque yo espero que esto sea pasajero.
--Ojalá que así sea mama
Ingenuamente Manolo preguntó
--¿y a donde vas , no me puedes llevar?
--No mi niño,porque solamente Dios sabe cuando te irás
--¡Oh mama,!, que triste, entonces pídele a Dios , que me lleve contigo, ¡por favor mama!
--No se puede Manolo, porque a ti te falta mucho por vivir, y a veces se presentan ríos tempestuosos en la existencia , pero estás obligado a cruzarlos, para poder mirar un nuevo amanecer, prométeme que lo harás, que no te rendirás.
--Te lo prometo mama,se que cada día aprenderé a levantarme , aún después de los tropiezos.
--Así hablan los valientes, y recuerda que Dios nos dio los ojos para llorar, pero recuerda, te quiero mirar de pie.
Callado quedó Manolo,, lleno de preguntas, mientras su mama le peinaba el pelo amorosamente con las manos, y el respiró profundamente, intentando asimilar cada palabra , cada consejo que su mama le estaba dando.Mas el tiempo seguiría su marcha, los días continuarían sin que nada pudiera detenerlo.Así Manolo entendería lo bueno y lo malo de su existencia, aquella que le tocó vivir.
Gracias por leerme queridos amigos...
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