Introducción
El pie es la parte más distal de nuestra extremidad inferior, esta se encuentra conformada por una articulación que es sumamente importante. Se ubica en el tobillo y es denominada comúnmente como articulación tibioperoneastragalina, dicho componente anatómico nos permite conectar nuestro organismo con el medio exterior, con ayuda de la base de sustentación del aparato locomotor.
Anatómicamente la articulación del tobillo es una de las más precisas por su disposición anatómica, es decir suele ser la más estable de la extremidad inferior. Es por esto que su correcta morfología y biomecánica permitirán que este cumpla su rol adecuadamente y el deportista presente un índice menor de lesiones en esta región articular.
Si bien es conocido que todos nos encontramos expuesto a una lesión en cualquier parte de nuestro cuerpo, sin embargo si el deporte forma parte de nuestro hábito o hacemos vida profesional con ella tenemos cierto grado de sufrir alguna lesión que incluso pueda restringirnos de continuar con la práctica deportiva.
Muchos son los deportes que nos pueden generar lesiones en el tobillo. No obstante la práctica de alguno de ellos como: el voleibol, el futbol, baloncesto, entre otras disciplinas no hacen tener que estar aún más preparados e incluso tener más prevención y cuidados para evitar un mal momento y lesionarnos.
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El voleibol un deporte que va más allá que una lesión en tobillo.
El voleibol es un deporte que se caracteriza por presentar saltos constantes, sólo imaginémonos la cantidad de repeticiones constantes que recibe la articulación durante un entrenamiento y a esto además sumémosle los saltos que se generan durante el partido, supongamos que en un entrenamiento un jugador genere aproximadamente 30 saltos (cuando en realidad se generan más); ahora esos 30 saltos llevémoslo a cinco días por semana que es cuando realiza sus prácticas habituales, son alrededor de 150 saltos en la semana y si esto le sumamos los saltos en un partido, por ejemplo 40 saltos, serían en total 190 descargas continuas en nuestra extremidad inferior de manera constantes que en futuro pueden llevar al jugador a sufrir una lesión.
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Teniendo en cuenta un promedio de saltos en un jugador de voleibol (un numero hipotético, ya que se pueden generar aún más), debemos tener en cuenta la morfología del tobillo del jugador, lesiones anteriores en el tobillo y sobre todo el momento de la caída al realizar el salto.
Luego de una lesión crónica en el tobillo especialmente a nivel de ligamentos o articular generalmente los síntomas quedan presentes, y estos al final van a dar origen a una disfunción musculoesquelética. Este tipo de disfunción o inestabilidad funcional como se denomina correctamente es una condición que estará presente en el deportista al presentar un déficit a nivel propioceptivo y coordinativo en los receptores articulares.
Incidencia de lesiones en el voleibol
Si bien sabemos que el voleibol no es un deporte que nos va a mantener con jugadores lesionados continuamente, ya que por su dinámica de juego no son tan repetitivas las lesiones.
El voleibol como se mencionó anteriormente, es una disciplina que se caracteriza por saltos constantes, este tipo de gesto nos va a provocar en el atleta lesiones a nivel de tobillo y rodillas principalmente. Es muy común encontrarse con jugadores de voleibol que estén en proceso degenerativo a nivel de rótula o simplemente ya lo presenta. Este daño a nivel de la rodilla se conoce como hiperpresión rotuliana o condromalacia rotuliana, otro grupo de jugadores suele referir haber presentado una lesión ligamentaria como esguinces.
Estas alteraciones musculoesqueléticas a nivel distal nos van a originar alteraciones mecánicas en todo nuestro cuerpo, es decir, esta disfunción provocará compensaciones a nivel del cuadrante superior conllevando a otras molestias en el atleta.
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Pero no nos quedemos con las lesiones que solo se generan en miembros inferiores. Como fisioterapeutas debemos tener claro que el deportista indistintamente de la disciplina que practique se encuentra expuesto a cualquier lesión, si bien que en el voleibol es más común un esguince de tobillo pero no debemos olvidarnos que presentan lesiones en manos y hombros.
Esto claro está por los golpes constantes que estos generan al balón y el choque que perciben al momento de recibir el mismo, es por esto que sin una adecuada protección en dedos pueden estar en riesgo de sufrir hasta una fractura. A nivel de hombro se generan dolores o alteraciones producto de movimientos repetitivos, ya más cerca de la articulación de acromioclavicular, una tendinitis, o una contractura cerca de las zonas aledañas o de la musculatura sinergista de los movimientos que este realice.
Prevención de lesiones en los jugadores de voleibol
Antes que nada debemos tener claro que para prevenir una lesión en un deportista previamente debemos para por una etapa de evaluación fisioterapéutica, donde se evaluará la capacidad funcional, las limitaciones funcionales y las deficiencias musculoesquelética que el jugador pueda estar presentando. Esta valoración previa del jugador debe estar adaptada según los gestos deportivos más usuales que ese realice y que por supuesto predispongan a un factor lesionante.
Al determinar cuál es el factor de riesgo de lesiones tanto individual como grupal se debe elaborar o estructurar un plan preventivo en conjunto con el preparador físico. Si es posible individualizar un poco el plan a efectuarse. Al establecer el cronograma de ejercicios debemos tener siempre en cuenta que los ejercicios propioceptivos jamás se deben dejarse de lado. En este plan preventivo debe abordarse las debilidades que están presentes en los jugadores y prevenir futuras deficiencias.
Al momento de planificar el cronograma preventivo debemos tener en cuenta las cargas que se trabajan, la intensidad y la frecuencia con la que se realiza, independientemente del nivel del jugador debemos respetar la fisiología de nuestro cuerpo. Muchas veces por ser un jugador de alto rendimiento se nos olvida que también padecen lesiones y suelen ser trabajados con altas cargas frecuentemente.
Un buen plan preventivo en jugadores de voleibol debe incluir trabajos de fortalecimiento en general, tal vez sonará repetitivo pero en ningún deporte y mucho menos en el voleibol se entrenan por músculos específicos. Es por esto que un entrenamiento de potenciación muscular debe estar enfocado en cuadrantes superiores, cuadrante inferior y zona media. Se debe tener en cuenta la ejecución de trabajos propioceptivos tanto en miembros inferiores como en miembro superior. Así mismo ejercicios de agilidad, velocidad y coordinación son fundamentales en este deporte.
Como fisioterapeutas debemos conocer las necesidades, características y cualidades de cada jugador y así poder determinar eficazmente que actividades preventivas son más acorde según su posición en cancha. Ya está demostrado que trabajar preventivamente y evitar las lesiones en el deportista son efectivas, está claro que al hacer este plan preventivo no hará todo poderoso al jugador y no se lesionará nunca, pero si es posible que el grado de lesión en el caso que lo presente sea de menos gravedad.
Método TRAL
El método de recuperación funcional dinámica conocida como terapia reequilibradora del aparato locomotor (TRAL) se basa en la percepción de la postura corporal del jugador por medio de los cambios de posición del centro de gravedad. Esta herramienta de trabajo fisioterapéutica fue creada en el año 1989-1990 por el especialista en recuperación propioceptiva Pedro Antolín, profesor de la Universidad de Fisioterapia Gimbernat.
Este método de intervención de fisioterapia en miembros inferiores consta de trabajar distintos movimientos en posición bípeda de forma unipodal o bipodal, manteniendo a su vez una correcta estática en el cuadrante inferior, es decir, cadera – rodilla – tobillo.
El entrenamiento propioceptivo a través de la terapia reequilibradora del aparato locomotor (TRAL) reside en llevar a cabo un entrenamiento preventivo sobre las lesiones que se pueden generar en miembro inferiores, bien sea por factores intrínsecos o extrínsecos.
Los ejercicios que se emplean pueden ir variando desde su forma de efectuarlos hasta la complejidad con la que estos se desarrollen. Aunque esta técnica no tiene una base estable que demuestre una efectividad ha generado buenos resultados.
Este método de entrenamiento les fue aplicado a un grupo de jugadores de voleibol de ambos género, donde el objetivo primordial era evaluar la eficacia de un plan preventivo propioceptivo, este se llevó a cabo durante 6 meses, con valoración antes y después. Se les aplicó una valoración fisioterapéutica y se recabó información acerca del dolor y lesiones presentes en los jugadores.
El método fue aplicado durante los entrenamientos, teniendo una duración de 15 minutos, cuatro veces a la semana durante doce semanas. El entrenamiento se realizó con y sin calzado y los trabajos fueron adquiriendo complejidad a medida que se avanzaba, es decir se realizaban ejercicios básicos que eran dominados con los ojos abiertos al mismo tiempo se les pedía que aumentarán la dificultad aumentando el rango de movimiento e incluso hacerlo con los ojos cerrados.
Este ejercicio por su puesto va enfocado a la parte propioceptiva, equilibrio, estabilidad y coordinativa del jugador. Concluyeron que el entrenamiento con este método de intervención propioceptivo en los jugadores de voleibol tuvo como resultado una reducción de la tendencia en lesiones a nivel del cuadrante inferior, específicamente en tobillo. Además de esto este método de tratamiento les fue a su vez beneficioso para la reducción del dolor en tobillos y rodillas.
Un trabajo con un enfoque preventivo siempre obtendrá buenos resultados si se trabaja adecuadamente y conociendo las debilidades y fortalezas que puede presentar el atleta.
Referencias consultadas
• Azahara FV, Lluís CT, Pedro R y Núria MO. Efectos de un entrenamiento propioceptivo sobre la extremidad inferior en jóvenes deportistas jugadores de voleibol. Apunts. Medicina de l'Esport. [Internet]. 2008. [consulta 06 jul 2018]; 43 (157): 15-13. Disponible en: https://doi.org/10.1016/S1886-6581(08)70063-X
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El equipo de curación del PROYECTO ENTROPÍA
Buen material sobre medicina y deportes,Rebeca (@ftxft), algo que los practicantes de Voleibol deberían tener presente. Cordiales saludos!
Muchas gracias por tu comentario, efectivamente es información vital quizás no solo para los jugadores de Voleibol sino para toda la comunidad deportista. Saludos.
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Yo no soy especialista en nada relacionado, excepto por tres fracturas y dos placas metálicas en la pierna (que no son producto de prácticas deportivas). Pero esa experiencia me ha enseñado a entender perfectamente de lo que hablas acá. Un contenido extraordinario y de fácil comprensión, a pesar de ser muy especializado.
¡Felicitaciones por esta publicación!