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La definición literal de la palabra epífita (del griego: epi, sobre, y pyton, planta), nos refiere a un grupo de plantas que se caracterizan por crecer sobre o encima de otras plantas, sin embargo, desde el punto de vista ecológico, ese concepto es más amplio, definiendo como planta epífita, aquel vegetal que crece sobre otra planta, u objeto, al cual le da un uso exclusivo como soporte, al cual no parasita nutricionalmente, si no de forma mecánica, con los perjuicios que esta relación ecológica puede generar en el arbol u objeto hospedero.
Una planta epífita, perteneciente a la Familia Bromeliaceae, crece sobre las ramas de pequeño árbol sin identificar, en el seno de un bosque xerófito, en sector El Toro, muy cercano a la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara. La estructura morfológica de esta planta le permite servir de hábitat a muchos seres vivos, así como, acumular agua y nutrientes entre sus ramas, además de atrapar el polvo disuelto en la atmósfera, creando microclimas especiales en las alturas de ese vegetal que le sirve de hospedero.
Una orquídea burrera (Género oncidium), crece silvestre sobre el tronco de un árbol ubicado en el bosque xerófito cercano al sector Mojomú, de la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara. Recuerden que existen orquídeas de tierra, que crecen en sustratos sobre el suelo, o en materos artesanales, y por lo tanto, no son plantas epífitas.
Un cactus epífito (Familia Cactaceae), se desarrolla sobre el techo de una sala sanitaria, tipo letrina, construida con arena y cemento, dentro de una finca ganadera ubicada en el sector Mojomú, cerca de la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara. La fijación de esta planta epífita la hacen las raíces, que se adhieren al sustrato acumulado sobre la superficie o techo de la letrina. Recuerden que existen especies de la Familia Cactaceae que se desarrollan sobre el suelo, razón por la cual, no cumplen con requisitos para ser llamadas epífitas.
Es muy importante que diferenciemos entre una planta epífita, una hemiparásita y una parásita estricta, porque el discernimiento de esos tres conceptos nos va a permitir establecer las pautas de actuación que van a proteger nuestra flora del ataque o de los efectos adversos que se generan por la presencia de plantas creciendo sobre otras plantas, o sobre objetos inanimados.
Varios especímenes de plantas epífitas, entre ellos un cactus de tallos laminares (Familia Cactaceae), se desarrollan sobre un viejo tanque de concreto, usado para guardar la melaza que se da al ganado en esta finca ganadera, ubicada en medio de la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara. Todas estas plantas de la imagen son epífitas, excepto la que se parece a una hiedra, y va recubriendo la pared del tanque de concreto, que es problable que corresponda a una planta conocida como higuera trepadora (Ficus pumila, Familia Moraceae), que en este caso crece revistiendo todo el sustrato. En su etapa juvenil es una planta parásita, y una vez que ha destruido al hospedero (forofito), comienza a realizar la función de fotosíntesis.
Varios ejemplares pertenecientes a dos especies de plantas epífitas se desarrollan sobre los tallos secundarios y ramas de un árbol joven de níspero japonés (Eriobotrya japonica, Familia Rosaceae). La planta con hermosas flores es una especie perteneciente a la Familia Orchidaceae. Logran distinguir e identificar la otra especie de planta epífita sobre este árbol.
Una planta hemi parásita, probablemente de la Familia Loranthaceae, se desarrolla sobre una rama secundaria de un árbol de pino caribe (Pinus caribaea, Familia Pinaceae). La identificación taxonómica de esta planta hemiparásita permite establecer que no es una epífita, y que su papel ecológico es conectar sus raíces en los vasos conductores de savia bruta (xilema) y elaborada (floema), con la intención de alimentarse, sin importarle si el hospedero se muere o es severamente deteriorado por esta acción ecológica. Las plantas epífitas poseen clorofila y están fisiológicamente preparadas para producir los nutrientes que requieren para su metabolismo celular.
Podemos mencionar algunas plantas epífitas comunes en las zonas rurales del Edo. Lara, en Venezuela, entre las que destacan las especies pertenecientes a la Familia Orchidiaceae (orquídeas), Familia Bromeliaceae (bromelias), y las especies de la subdivisión Pteridophyta, que incluye plantas vasculares con alternancia de generaciones, como los helechos, equizetos y licopodios, las cuales son capaces de desarrollarse sobre otras plantas, sobre rocas, sobre las cuerdas del tendido eléctrico, sobre estructuras mecánicas y en cualquier lugar que les permita alejarse del suelo, y acceder a los nutrientes atmosféricos.
Una planta epífita conocida como gallinita o clavel del aire (Tillandsia recurvata, Familia Bromeliaceae), crece sobre un sustrato inerte, en este caso cabillas de hierro, ubicadas en una zona rural del caserío Palmira, municipio Andrés Eloy Blanco, Edo. Lara.
Las cuerda deun tendido elctrico, correspondiente al caserío Palo Verde, municipio Andrés Eloy Blanco, Edo. Lara, se muestran llenas de plantas epífitas, que seguramente corresponde a alguna o todas las siguientes especies: Tillandsia recurvata, Tillandsia aeranthos y Tillandsia usneoides. Las semillas plumosas y muy livianas de estas epífitas, al madurar, son atraídas por la electricidad de los cables, a los cuales se adhieren, luego germinan y van aumentando así, el numero de individuos que crecen sobre este sustrato inerte.
No debemos confundir las plantas epífitas con las plantas hemiparásitas (poseen clorofila y pueden realizar fotosíntesis, pero no es suficiente para su nutrición), como guate pajarito, una hemiparásita obligada de los tallos (Familia Loranthaceae, Genero Phthirusa), o con las plantas parásitas estrictas, como la orobanca de la hiedra (Orobanche hederae), una planta parásita de la familia de las Orobanchaceae. que solo parasita a la hiedra (Hedera helix).
Una planta adulta, hemiparásita, de guate pajarito (Familia Loranthaceae, Especie Phthirusa sp), crece sobre un árbol de pino caribe (Pinus caribaea, Familia Pinaceae), donde logró fructificar con la ayuda de las aves, que comieron sus frutos y luego, trasladaron las se millas hasta una rama del pino. Esta planta es de colr verde, ya que posee clorofila, pero su productividad alimenticia no es suficiente para mantener las exigencias nutricionales de su metabolismo celular, por lo que invade con sus raíces los tubos conductores de savia (xilema y floema), de su hospedero o forofito.
Lo más llamativo de las plantas epífitas es su capacidad para desarrollarse en entornos complicados, lejos del suelo, tales como árboles leñosos, alambres, cercas y otras estructuras no vivas, que les permitan acceder a hábitats bien iluminados, húmedos, en contacto con las corrientes de aire, que además, proveen la materia orgánica y química que se encuentra presente en la atmósfera.
Una planta epífita, recién germinada, se ha posicionado sobre un tubo estructural, bajo el amparo de la sombra de un árbol cultivado, a una altura de unos 2 metros del suelo. Esta imagen fue tomada en elcaserío Palmira, Edo. Lara.
Se ha generalizado la creencia de que las plantas epífitas solo mantienen una relación ecológica de tipo mecánico con las plantas que usan de soporte, pero esto no es totalmente cierto, ya que la acumulaicón de plantas epífitas sobre un árbol o arbusto, pueden obstruir las corrientes de aire que proveen el oxígeno necesario para el metabolismo celular, además de bloquear la luz solar necesaria para la fotosíntesis y para desinfectar las superficies del sustrato donde se fijan las raíces, así como, impedir que el agua llege a los lugares requeridos por el hospedero para sus funciones vitales, causando daños en las ramas por excesivo peso, o acumulación de parásitos que quedan atrapados en las macollas que forman las plantas epífitas. Se cree que las plantas epífitas segregan sustencias químicas que favorecen su fijación al sustrato, y en el caso de que se fijen a órganos de vegetales vivos, esa sustancia segregada debilita los tejidos y genera pudrición de los mismos, hasta que mueren y se secan. Este tema es de discusión y controversia ecológica entre los circulos científicos.
Detalle de un clavel del aire (Tillandsia recurvata, Familia Bromeliaceae), que nos muestra sus ramas, y flores. El tallo es aculescente.
Este árbol de pino caribe tiene unos 20 años de sembrado, y presenta plantas epífitas y, también, algunas hemiparásitas.
Cada día dedico un momento para retirar las plantas epífitas que han invadido los pinos que cultivamos en nuestras áreas verdes, de la casa que habitamos en el caserío Palmira, para evitar una proliferación que se vuelva incontrolable. Estas epífitas pueden usarse como decoración o para rellenar las almohadas de nuestra gata mafalda.
En los espacios naturales del Edo. Lara, es común encontrar varias especies de plantas epífitas desarrollándose sobre un mismo hospedero, hecho que ha sido usado por los jardineros para confeccionar arreglos de inusitada belleza, tanto para su satisfacción personal, asi como para dedicarlos a fines comerciales.
Varias especies de plantas epífitas se desarrollan sobre un árbol ubicado en un sector del caserío La boca, municipio Morán, del Edo: Lara.
Raramente, las plantas epífitas son responsables de la muerte de su hospedero o forofito, y los daños que estas generan con su presencia, son considerados menores, destacando aumento en el peso que deben soportar las ramas, bloqueo de la luz solar y las corrientes de aire, y degradación de algunas ramas, a tal punto, que se secan y caen al suelo. Esto lo he podido confirmar a través de la observación directa de vegetales que acumulan altas densidades de especies de plantas epífitas sobre sus ramas, sin embargo, las plantas epífitas no penetran con sus raíces la corteza de los hospederos, cosa que si hacen las plantas parásitas y hemiparásitas, que pueden alimentarse directamente, a partir de la savia que circula a través del xilema y del floema de los vegetales infestados, hasta causarles la muerte.
Cuando las infestaciones de plantas epífitas son muy abundantes, ocurre el bloqueo de la superficie de las ramas y el tallo, lo que puede afectar la eficiencia fotosintética del vegetal hospedero.
La infestación de un hospedero por parte de plantas epífitas no amerita la poda parcial o total del mismo, y con retirar las epífitas en forma manual es suficiente para preservar el vegetal que sirve dse soporte. En cambio, las infestaciones de un hospedero por plantas parásitas implica la poda, casi siempre total, para impedir que estas plantas invasoras parásitas se trasladen a otras especies vegetales que crecen en el entorno del hospedero infestado.
El clavel del aire (Tillandsia recurvata), se desarrolla entre las ramas y hojas de un pino caribe, ubicado en el jardín de nuestra casa del caserío Palmira.
Una planta hemiparásita, de la Familia Loranthaceae, crece de forma vigorosas sobre un pino caribe ubicado en el jardín de nuestra casa del caserío Palmira. Este vegetal está ubicado a unos 15 metros de altura y me ha sido muy dificil podarlo o retirarlo totalmete de su hospedero, con pronóstico muy malo para ese árbol.
A nivel ecológico, las plantas epífitas cumplen un rol fundamental, ya que son responsables de mantener un balance apropiado de la cantidad de agua qe se acumula en su entorno, el cual puede ser usado por la epífita, por el hospedero y por muchos seres vivos que mantienen una estrecha relación con las macollas de plantas que se forman en las ramas y tronco del hospedero. De igual forma, la acumulación de nutrientes orgánicos e inorganicos entre los órganos vegetales de las epífitas es usado tanto por las propias plantas que lo acumulan, así como por todos los seres vivos que visitan esos ecosistemas especiales.
Una macolla conformada por varias plantas de orquídea (Familia Orchidaceae), ubicada en un área rural del municipio Andrés Eloy Blanco, Edo. Lara. Muchas especies animales se benefician por el papel ecológico que cumplen estas plantas epífitas en su ecosistema, que incluye la captación de agua y nutrientes y la generación de microclimas espciales para todos los seres vivos de su entorno.
Disfrutemos de la belleza de las plantas epífitas y eduquemos a las personas para que no las extraigan de su medioambiente natural.
Barba de palo (Tillandsia usneoides, Familia Bromeliaceae), creciendo entre los árboles que conforman el bosque xerófito de la montaña Mucuragua, al norte del Edo. Lara.
Bibliografía sugerida:
ECOLOGÍA DE LAS PLANTAS EPÍFITAS.
FUENTE] (https://www.redalyc.org/pdf/629/62913142001.pdf)
Musgo español, musgo bola y líquenes: epífitas inofensivas
FUENTE
Planta parásita
FUENTE
Datos sobre epífitas: claves en la conservación de la biodiversidad.
FUENTE
Cactus en el aire, cactus epífitos.
FUENTE
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Ali Riera
Todas las imágenes fueron tomadas con un equipo celular Xiaomi Redmi9C y son propiedad de @aliriera.
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