Génesis es mi mejor amiga. Ella y yo tenemos la misma edad, ha sido mi confidente desde los diez años y siempre he contado con su presencia y su apoyo para todo. Solemos vernos casi todos los días ya que compartimos gran parte de nuestras rutinas diarias.
Hace un tiempo ella se fue a casa de su papá, que queda a unos 30 minutos de aquí. No me avisó cuando se fue porque fue algo inesperado e improvisado. En esa casa nadie tiene un teléfono a través del cual pudiera yo comunicarme con ella, así que no tenía idea de cuándo iba a volver. La he extrañado mucho. Pero vino a Barcelona hace unos días.
Estaba yo reunida con mis amigos en una casa que queda cerca de al suya. De pronto escucho que alguien grita: Génesis llegó, ¡Génesis llegó!. Al principio no lo creí, pero luego insistieron en que la habían visto en esa calle. Así que dejé todo, salí de ahí y corrí hacia su casa. A lo lejos la vi, estaba llegando a su casa. Corrí más rápido, corría con los brazos abiertos preparándome para brincar encima de ella. Llegué a donde estaba ella, ahí parada, con esa sonrisa que tanto extrañé. No la abracé en ese momento, me detuve al frente de ella y no pude contener las lágrimas. Solo me cubrí la cara y lloré como un niño, ella me abrazó y yo escondí mi cara en su cuello. Fue un momento hermoso.
Hoy pasamos la tarde juntas como solíamos hacerlo tan seguido. Luego escribiré sobre eso.
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El texto y la úlima imagen son de mi autoría @lauracampos
Gracias por leer :)