Hoy mis amigas Sara y Michelle vinieron a mi casa. Ellas vinieron a elaborar conmigo una pancarta y otros detalles para un amigo que pronto se irá del país.
Empezamos el proyecto y avanzamos bastante. Nos dimos cuenta de que empezó a llover y poco después, se cortó la electricidad. La lluvia se fue haciendo muy fuerte y el viento que soplaba era recio. Teníamos calor, con todas las ventanas cerradas y sin electricidad pero seguimos trabajando. De pronto, una brillante idea iluminó mi semblante.
— Muchachas, ¿y si nos bañamos en la lluvia? — les dije.
Al ver lo incómodas que estaban, con el calor, el encierro y aún así, trabajando, esperaba recibir un rechazo a la idea que me parecía tan brillante. En lugar de eso, me miraron fijamente y una sonrisa se dibujó en sus rostros.
— ¡Si! ¡Eso es! — exclamaron levantándose rápidamente.
Paseé la mirada por mi cuarto, estaba desordenado por el proyecto en proceso. Tengo una sensación horrible cada vez que veo mi cuarto desordenado, siempre me esfuerzo en mantenerlo en orden. Así que les planteé la idea de ordenar el cuarto primero y después bajar al área del caney de la residencia a mojarnos con la lluvia. Me replicaron que duraríamos tanto ordenando el cuarto, que cuando termináramos, ya habría parado de llover. Les dije que, entonces, debíamos darnos prisa.
Arreglamos el cuarto rápidamente y salimos, todavía llovía fuerte. Corrimos, saltamos y nos reímos al igual que años antes, cuando nada nos preocupaba y todo era risas y felicidad.
Cuando paró de llover, se nos ocurrió ir a revisar los alrededores de la mata de mango que está al lado del edificio donde vivimos a ver si alguno había caído por el viento. No había ninguno en el piso, así que Sara decidió que se subiría a la mata a buscar mangos. Michelle asintió emocionada, ella ama los mangos. Yo, no tan emocionada, expresé el miedo que me daba esa idea, pues la mata estaba mojada y estaba cerca de una cerca eléctrica. Sin embargo, Sara estaba decidida a hacerlo.
Era difícil trepar pues no había ramas en la parte de abajo del árbol. Así que me incliné y puse una rodilla en el suelo y ella se subió sobre mi otra rodilla para poder alcanzar la rama más baja, luego, Michelle y yo la empujamos desde abajo para que lograra subirse a la rama. Así pudo trepar el árbol. Sacudiendo las ramas logró hacer que cayeran nueve mangos que dividimos y nos comimos tres cada una. Aun estábamos un poco mojadas y decidí subir al apartamento a buscar la tablet para tomar unas fotos.
No fue la tarde que habíamos planeado, sin embargo, la disfruté mucho. Fue una actividad inesperada que nos sacó de la estructurada rutina de todos los días, siempre es bueno un descanso.
Comparto algunas fotos divertidas:
El piso del caney estaba lleno de agua y resbaloso, así que decidimos intentar el patinaje artístico jajaja
Que bella experiencia @lauracampos, eso del rato con las amigas es una de las actividades que nos reconforta. Un abrazo y muchas felicidades y éxitos por tus logros académicos.
Sí, siempre es reconfortante tomar un descanso de la rutina. Gracias @damarysvibra por tus buenos deseos!
Guao! Mis mayores agradecimientos! Es una gran ayuda.
Gracias @don.quijote! =D
Felicitaciones todo un exito. Debe haber sido muy divertido. ¿No me guardaste un manguito por alli? Lo pasare buscando cuando pasee a Nano en su caminatas al parque, ja ja ja.
Bendiciones muy merecidas.