LA VISITA A MI SEXÓLOGA. EXPRESIONES LITERARIAS

in Catarsis2 years ago
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LA VISITA A MI SEXÓLOGA. EXPRESIONES LITERARIAS

Disfruto de un sencillo desayuno con plátano maduro asado con unas gotas de miel, queso rallado e infusión de plantas medicinales de mi jardín. El piloto automático incondicional está activado, voy a salir a la calle camino frente a mis plantas, me deleito con los colores que irradian las orquídeas de tierra, la fragancia es especial, las orquídeas blancas están en su plenitud, la de color lila está por surgir con una explosión de amarillo y los puntos negros. Estoy saliendo por mi canal de circulación hacia arriba por la calle Riobueno, tan significativa es esta calle qué más puedo lograr caminando por un río bueno, así mismo voy flotando con mi edad y mi organismo, con la fragancia y el vigor nutriente de la miel de mis abejas esta condición me da un vibrante regocijo. Mi agenda de hoy me indica que debo visitar la sexóloga, soy su paciente sexual, tengo consulta regular que realizar mi existencia humana me ha gratificado con unas circunstancias fabulosas que han permitido descubrir mi interioridad.


Voy a visitar a la especialista de mi conducta, quien me ha facilitado terapias para mejorar mi conducta y mejorar mis relaciones humanas.
El cielo está nublado, tiene un cúmulo de nubes grises con posibilidades de desparramar una copiosa lluvia, estas se desplazan de este a oeste por la vertiente que se dirige el sol hacia el occidente, es fácil llegar por la calle hasta donde se encuentra la sexóloga. Ella me dio cita con una ubicación en la calle veintitrés de enero a las nueve de la mañana. Llego a la dirección recomendada, toco la puerta.
–Buenos días ¿Se encuentra la doctora Luz de las Estelas Marinas.
–Un momento responden abriendo la puerta.
–Pase adelante, ella está en el patio. Me recibe una dama de pequeña estatura, con una contextura muy flaca, de rostro de facciones muy delicadas. Siga pase adelante. Me ordena.Continúo hacia la cocina, están preparando el desayuno de la familia.


–La doctora está en el patio, lo están esperando. Me señalan la dirección de una puerta que me lleva hasta el patio.
–Con permiso, feliz día, disculpe el abuso. Salgo rápidamente hasta un patio bien espacioso, la doctora Luz de Las Estelas Marinas está con una asperjadora haciendo el mantenimiento sobre una gruesa maleza, el espacio tiene una dimensión de quince por cuarenta metros, aproximadamente.
Ella es de mediana estatura, de movimientos rápidos, en su juventud fue integrante de la selección femenina de voleibol regional, se sienta en una silla, tiene ojos color ámbar, la piel color café marrón, no muy fuerte, los labios delgados muy delgados y bonitos. Ella es proactiva, se desempeña en varias profesiones y oficios.


_Buenos días, te amo Luz de Las Estelas Marinas. ella me miro a los ojos.
–Hola amiguito, sientate por favor, aquí estoy colaborando con el mantenimiento de este patio, ¿Qué te parece? Mi consultorio está en el centro comercial, en el primer piso. Tenemos confianza, por eso te invité para esta casa de mis amistades.
–No te conocía en estas condiciones de trabajo voluntario. Me agrada haber venido a este hermoso patio productivo. Aquí estoy a su orden, vengo a la consulta regular a la que estoy acostumbrado a realizar con usted. Soy su paciente, tengo algunas interrogantes que no son preocupaciones que aturden mis pensamientos, pero si me inquietan. Le expuse.
–Eso está bien, eso indica que estás sano espiritualmente. Recuerda que las heridas se curan por encima de la piel, pero por debajo no se han sanado, las heridas sangran, de eso dependen todas las patologías psiquiátricas, sicológicas y sexológicas. Te felicito porque has cumplido las terapias con normal aceptación, eso es significativo que cumpliste con las terapias como se exigieron. Me agrada conversar contigo.


Eres mi mejor paciente tienes notables adelantos, te felicito. Eso me anima a continuar trabajando para ayudar a crecer a mi comunidad.
–Gracias doctora por su servicio. Le agradecí con mucha alegría mirándole a los ojos. La última consulta que hizo fue hace siete meses. Converse que se me olvidan las personas con las que tuve conflictos personales, no recuerdo nada, quedo en cero. Intento recordar y se me esfuman esos recuerdos de los capítulos de la novela. ¡Claro amiguito, eso se explica solo, es muy secillo sencillo, muy sencillo por tú estás sano! Porque no tienes resentimientos. ¡Tú estás sano!


¿Amiguito como está la familia? Sentí la pregunta como cuando visito al médico intensivista que solicita la información de los riñones cuantas veces voy a orinar.
–Está muy bien mi familia, mis hijas están en Valencia, acá en Venezuela con mi nieto. Mi hijo está en el exterior en la ciudad de Lima, Perú. Ella escuchó mi respuesta sonriente con sus mandíbulas relajadas. Respire con suavidad el olor a la maleza recién cortada, el patio está cubierto por una esterilla de un verde intenso, me gusta la perspectiva que tiene con el adorno de los frutales y un almácigo de plantas de algodón, las motas están guindadas adornando como efímeras guirnaladas en las ramas.

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–Doctora, tengo un nuevo proyecto, me incorporé a HIVE, estoy escribiendo publicando mis post de poesías, crónicas y relatos. Me gusta lo que estoy haciendo, lo veo muy productivo, consiste en promover la creatividad de mi imaginario por esa red que está conformada por muchas comunidades, me atrae ese servicio, los trabajos son recompensados con aportes significativos en bitcoin.
–Con permiso, tomen. Nos ofrecieron en una hermosa bandeja floreada dos humeantes tazas de café. –Gracias por su bondad.
–Te felicito, muy bien, vas a seguir mejorando tu calidad de vida. Te felicito. Me gusta el estado que tiene tu personalidad, tienes buen aspecto, estás buen mozo, tu situación de vida es equilibrada. Sentí el acento de la felicidad que me daba la Doctora Luz de las estelas Marinas y presiento que está culminando mi consulta de paciente sexual.


–Actualmente, acá en la comunidad el problema latente que se manifiesta es la ausencia del respeto, la gente no respeta al semejante. No respetan a los padres, no respetan a los hijos, ni se respeta al vecino, ni al compañero de trabajo. Desconocen las normas. Este mensaje me estremeció el dominante ego, fue muy subjetivo y resaltante.
–Se tiene que respetar la sexualidad de cada persona, la decisión que tome cada individuo se respeta amiguito. Lo expresaba de forma mu certera.
–Se debe respetar la decisión que tomen los jóvenes para estudiar y para amar.
Me active en mi planetario para escanear mi situación personal y mi relación con mis amistades y la actividad que mantengo en HIVE revisando y compartiendo las normas de convivencia que se desarrollan en el sistema entramado de la sociedad.


La frecuencia magistral que se tiene que mantener es el respeto. Me respeto y respeto cuando en cualquier marea humana compleja se presenta una guerra incompresible me retiro suavemente y no participo. No puedo dejar que me enajenen. Yo no acepto. Me dieron mi nueva dosis.
–Ha sido un gusto este encuentro de salud sexual, mi doctora Luz de Las Estelas Marinas, estoy pendiente de mi próxima consulta. Muchas gracias. Me despedí de la doctora y de la familia
Salí incentivado de mi consulta sexual con mi nueva dosis de respeto.

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REFERENCIAS: Las muestras fotográficas tomadas con mi teléfono Redmi Note 7 son de mi propiedad patrimonial.