El efecto hormonal de lo que hacemos/ The hormonal effect of what we do.

Hoy mi jornada de entrenamiento fue en la UCV y en Los Próceres, trotar allí siempre será motivo para enaltecer a nuestras leyendas de la independencia y resaltar los valores nacionalistas. Como aficionados al running, sabemos que el correr es mucho más que mover las piernas y acumular kilómetros. Es una pasión que nos conecta con nosotros mismos y con los demás. En los últimos años, publicaciones relacionadas al estudio sobre las hormonas que nos hacen sentir bien me hizo reflexionar sobre cómo nuestra actividad influye en nuestra química corporal.
El running libera en nosotros un batido de sustancias como la dopamina, que nos recompensa y nos motiva a seguir adelante; la serotonina, que actúa como un estimulante natural del estado de ánimo; y las endorfinas, esos analgésicos naturales que alivian el dolor y nos dan una sensación de bienestar después de un entrenamiento intenso. Toda una terapia.
Pero no se trata solo del ejercicio. Nuestra comunidad en Hiverun también tiene un rol clave. Según la publicación, la oxitocina, conocida como la "hormona del amor", se libera al interactuar con nuestro grupo de amigos. Cuando compartimos nuestras vivencias, reímos, revivimos anécdotas de competencias y entrenamientos, estamos reforzando nuestros lazos y liberando esta hormona que nos hace sentir seguros y conectados, somos seres sociables y tenemos algo en común. Es una prueba más de que correr en grupo, compartir y apoyarnos, nos hace bien, no solo físicamente, sino también a nivel hormonal y emocional. ¡A seguir sumando kilómetros y experiencias juntos!

Today's training session took me to UCV and Los Próceres. Running there always feels like a way to honor our independence heroes and highlight our nationalist values. As running enthusiasts, we know that running is much more than just moving our legs and logging miles. It's a passion that connects us with ourselves and with others. Recent publications on the study of "feel-good" hormones have made me reflect on how our activity influences our body's chemistry.
Running releases a cocktail of substances within us, such as dopamine, which rewards and motivates us to keep going; serotonin, which acts as a natural mood booster; and endorphins, those natural painkillers that alleviate discomfort and give us a sense of well-being after an intense workout. It's like a complete therapy session.
But it's not just about the exercise itself. Our Hiverun community also plays a key role. The publication mentions that oxytocin, known as the "love hormone," is released when we interact with our friends. When we share our experiences, laugh, and relive stories from races and training sessions, we are strengthening our bonds and releasing this hormone that makes us feel safe and connected. As social beings, we have something in common. It's just another reminder that running in a group, sharing, and supporting each other is good for us, not just physically but also hormonally and emotionally. Let's keep adding miles and experiences together!

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