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Andamos por la vida, livianos, sin el mínimo reparó del daño que vamos causando. No nos detenemos a pensar, no empatizamos con el otro, tal vez porque somos autodestructivos por naturaleza, amantes del "YO", que elegimos alejarnos de la luz aunque esto nos haga daño y decir prefiero la noche, la oscuridad, prefiero estar solo/a y lo vemos cómo lo más natural, sin sospechar que puede ser un rasgo, un inicio, un camino hacia la demencia.
En verdad no nos conocemos, y es con quién caminaré mos eternamente. Sí, el mismo, ese que lleva puesta tu ropa, que se sienta en tu lugar, ese que se llama como vos y habita tu cuerpo será tu eterno acompañante, deberíamos amarnos, pero no es así, no somos congruentes con nosotros mismos, decimos que sí, que nos conocemos, que nos amamos y nos cuidamos, pero nuestros actos cotidianos demuestran lo contrario.
Dicen que los "locos están sueltos". Y si conociéramos a un y lo empezáramos a frecuentar deberíamos cuidarnos de manejar bien nuestras emociones, mantenernos en nuestro eje, porque también es un dicho popular, "que hay locos que locos son, hay locos que locos sé hacen y hay locos que locos hacen a los que locos no son". Algunos se hacen, para pasarla bien.
Perdón, retomando, si no nos conocemos, y no nos amamos como creemos. ¿Cómo seremos capaces de amar al otro sincera y honestamente? ¿Cómo el otro no se percataría de que vamos por la nuestra...? ¿Y cómo nos sentimos si nos damos cuenta conscientemente que así somos y actuamos? ¿Pedimos sinceras y honradas disculpas? ¿Nos avergonzamos? ¿Trabajamos en reparar junto al otro lo sucedido que puede dañar nuestra relación cualquiera sea su índole? ¿Nos tomamos unos minutos para retarnos mentalmente por lo que descubrimos que está mal, que así no es y que así no queremos ser para que la idea nos penetre, nos recorra, o seguimos como que nada pasó?
Regresa a mi memoria una imagen recurrente: Un día soleado cualquiera, auto, familia, mate, facturas o un bizcochuelo en porciones y salir al paseo dominguero. Subir a una de las montañas nevadas que rodean el pueblo y una vez en la cima, todos descendemos del vehículo a disfrutar del paisaje, de la Paz, de respirar aire puro y compartir en familia eso que trajimos. Bello, inmensamente bello. Lo inmortalizamos en fotos. Al cabo de un rato, un poco aburridos nos paramos en la orilla a observar la inmensidad, y sin pensar comenzamos a arrojar piedras, algunas con más fuerza, como liberando alguna bronca acumulada, no medimos las consecuencias, en un instante vemos cómo desatamos un alud que toma tanta fuerza que es capaz de destruir todo a su paso, nos damos vuelta en señal de: "listo, volvamos, acá no a pasado nada" y dejamos que la vida continúe su inexorable rumbo.
¿Ya arrojaste piedras al vacío? ¿Lo harías? ¿Viste que otro lo hiciera? Piensa, porque esto empata con el principio de este escrito, cuando algo es tan común se vuelve un inconsciente colectivo y "El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra" que millones lo hagan no nos asegura que esté bien.
Por contraparte, existen personas qué no solo se quedaron en la luz, sino que se acercaron a ella, la escudriñaron, sé desanduvieron, se aprendieron y andan por la vida sembrando o reavivando la luz que todos llevamos dentro, aquella que Dios sopló en nuestro interior, algunas tenues, descuidadas. A estos seres los llamamos Iluminados, ellos no andan por la vida buscando recompensas por todo lo que hacen, simplemente saben que a ellos alguien les enseñó, cuidó su llama y los empoderó bautizándolos como "GUARDIANES DE LA LUZ".
Jamás podremos, cuidar y cultivar nuestras mentes con un alma moribunda, con tendencia apagarse...
We walk through life, light, without the slightest repair of the damage that we are causing. We do not stop to think, we do not empathize with the other, perhaps because we are self-destructive by nature, lovers of the "I", we choose to get away from the light even if it hurts us and say I prefer the night, the dark, I prefer to be alone / and we see it as the most natural thing, without suspecting that it may be a trait, a beginning, a path to dementia.
We really do not know each other, and it is with whom we will walk forever. Yes, the same one, the one who wears your clothes, who sits in your place, the one who is named after you and inhabits your body will be your eternal companion, we should love each other, but it is not like that, we are not congruent with ourselves, we say Yes, that we know each other, that we love and take care of each other, but our daily actions show otherwise.
They say the "crazy are on the loose." And if we met one and started to frequent him, we should be careful to manage our emotions well, stay on our axis, because it is also a popular saying, "there are crazy people who are crazy, there are crazy people who are crazy and there are crazy people who do to those who are not crazy ". Some are made, to have fun.
Sorry, picking up, if we don't know each other, and we don't love each other as we believe. How will we be able to love the other sincerely and honestly? How could the other not realize that we are going our way ...? And how do we feel if we consciously realize that we are and act like this? Do we sincerely and honestly apologize? Are we ashamed? Do we work to repair, together with the other, what happened that can damage our relationship, whatever its nature? Do we take a few minutes to mentally challenge ourselves for what we discover is wrong, that it is not and that we do not want to be so so that the idea penetrates us, runs through us, or we continue like nothing happened?
A recurring image comes back to my memory: Any given sunny day, car, family, mate, bills or a portioned sponge cake and going out for a Sunday walk. Climbing one of the snow-capped mountains that surround the town and once at the top, we all get off the vehicle to enjoy the landscape, Peace, breathing fresh air and sharing what we brought with the family. Beautiful, immensely beautiful. We immortalize it in photos. After a while, a little bored, we stand on the shore to observe the immensity, and without thinking we begin to throw stones, some with more force, as if releasing some accumulated anger, we do not measure the consequences, in an instant we see how we unleash a An avalanche that takes so much force that it is capable of destroying everything in its path, we turn around as a sign of: "ready, let's go back, nothing has happened here" and we let life continue its inexorable course.
Have you already thrown stones into the void? Would you do it? Did you see someone else do it? Think, because this ties in with the beginning of this writing, when something is so common it becomes a collective unconscious and "He who is free from sin, cast the first stone" that millions do it does not assure us that it is okay.
On the other hand, there are people who not only stayed in the light, but also approached it, scrutinized it, neglected it, learned it and walk through life sowing or rekindling the light that we all carry within, the one that God breathed into our lives. interior, some dim, neglected. We call these beings Illuminated, they do not go through life looking for rewards for everything they do, they simply know that someone taught them, took care of their flame and empowered them by baptizing them as "GUARDIANS OF THE LIGHT".
We can never, care for and cultivate our minds with a dying soul, with a tendency to fade ...