Llego tarde al jueves del recuerdo, pero más vale tarde, que nunca.

Desde que tome la segunda foto, a pocos pasos de mi actual residencia no hice, sino recordar la primera.

Cincuenta y dos años de diferencia entre ambas.
Dos Autos Ford Falcon de los 60 o 70, el primero fue el primero que maneje en mi vida, cuando aún no tenía la edad legal para hacerlo.
Un par de lecciones de conducción poco afortunadas y una ligera emergencia de la que salí bien librado porque casi todo el camino fue de bajada.
Un domingo en familia en la población de El Junquito y a la hora de regresar el conductor se sintió mareado. Tome el volante con bastante precaución y fui dejando correr el auto sin apenas pisar el acelerador, ya no recuerdo, pero es posible que ni siquiera metiera tercera.
Llegando a La Yaguara, entre las calles 2 y 3, entregué el volante a chofer oficial y volver al asiento de atrás.
Pasaron varios años para que volviera a manejar, un amigo conductor profesional de gandolas (camión con hasta 22 ruedas) me enseño lo necesario para aprobar el examen y obtener la licencia de conductor y poder estacionar sin necesitar toda una sabana.

Aunque llevo algún tiempo sin conducir, creo que es de esas habilidades que no se olvidan, aunque en estos días viaje en un último modelo y me sorprendieron las novedades.
Una pantalla en el tablero muestra la proximidad del parachoques trasero con la pared u otro auto al estacionar, sensores laterales advierten la presencia de motocicletas en los costados para que no te desvíes mientras te adelantan.
El conductor tan nuevo como el auto no me aclaro si es sincrónico o automático, pues cuando le pregunte me respondió: Las dos cosas, pero sin pedal de embrague.

La primera foto, una reproducción del album familiar, la segunda muy reciente, tomada con el viejo Motorola de costumbre. El texto en español, mi lenga materna, unica en la que se expresarme y la traduccín al inglés a cargo del traductor de Google.

Gracias por acompañarme por este recuerdo y feliz día.

Remembering my dad's falcon

I'm late to Throwback Thursday, but better late than never.

Since taking the second photo, just steps from my current residence, I've done nothing but remember the first one.

Fifty-two years separate the two.
Two Ford Falcon cars from the 60s or 70s; the first was the first car I ever drove, when I wasn't even old enough to do so. A couple of unfortunate driving lessons and a minor emergency that I escaped unscathed because almost the entire way was downhill.

One Sunday with my family in the town of El Junquito, on the way back the driver felt dizzy. I took the wheel very cautiously and let the car coast, barely touching the accelerator. I don't remember exactly, but it's possible I didn't even shift into third gear.
Reaching La Yaguara, between 2nd and 3rd streets, I handed the wheel to the official driver and returned to the back seat.
Several years passed before I drove again. A friend who is a professional truck driver (trucks with up to 22 wheels) taught me what I needed to pass the exam and get my driver's license so I could park without needing a whole sheet of paper.

Although I haven't driven in a while, I think it's one of those skills you never forget, even though these days I traveled in a new model and was surprised by the new features. A screen on the dashboard displays the proximity of the rear bumper to the wall or another car while parking. Side sensors warn of motorcycles approaching from the sides, preventing you from swerving while they overtake you. The driver, as new as the car itself, couldn't tell me if it was a manual or automatic transmission. When I asked, he replied, "Both, but without a clutch pedal."

The first photo is a reproduction from the family album; the second is very recent, taken with my old Motorola phone. The text is in Spanish, my native language, the only one I speak, and the English translation was done by Google Translate.

Thank you for sharing this memory with me, and have a wonderful day.